En la pornografía, la sexualidad es representada sobre todo a través de sus aspectos físicos, tales como órganos sexuales o actos sexuales explícitos, excluyendo toda emoción amorosa.
A la adolescencia, probablemente te pones todo tipo de cuestiones del sexo, la sexualidad y las relaciones. Puede que te hayas acercado a la pornografía para intentar encontrar respuestas a tus cuestiones. Por ejemplo: ¿qué prejuicios tengo sobre el sexo? ¿Acaso el sexo el lunes es normal? ¿A qué se parece sexo del otro?. Pero atención… ¡La ley, es la ley!
La pornografía se dirige a los mayores de edad. Es apta para mayores de 18 años. No tienes derecho para consumir este tipo de contenido antes de que cumplas 18 años.
Ficción o realidad
¡La pornografía raramente representa la realidad! Los actores y actrices son maquillados, arreglados, retocados y puestos a tono para la grabación. Cada guión está rodado en numerosas tomas, que sirven a los actores de recuperación y que les posibilitan empezar de nuevo y durar y durar y durar. No pierdas tu tiempo en compararte y en preocuparte de no estar a la altura de lo que ves en la pornografía. Los actores tampoco lo están.
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