Tú tranquila, que yo te aviso

Tú tranquila que yo te aviso. ¿Qué hombre no ha pronunciado alguna vez esta frase? ¿Qué mujer no la ha escuchado atónita aguja vez? En contra de lo que pueda parecer la frase funciona perfectamente para el fin para el que estaba concebida. Como todos sabemos, es la típica frase que un hombre dice a una mujer cuando parece que el hecho de que le eyaculen en la boca no es lo que más le apetece en ese momento. Por supuesto, cuando llega el momento, el varón ha olvidado por completo su compromiso y, al menos una parte de la corrida, de forma inevitable, llega hasta la campanilla de la ingenua compañera de juegos. Tú tranquila, que yo te aviso pero, a la hora de la verdad, se olvido de avisar.

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A las mujeres les gusta el sexo

A las mujeres les gusta el sexo. Las mujeres también tienen sus fantasías sexuales, por supuesto. No son, ni mucho menos, patrimonio de los hombres. lo que sí parece cierto es que, en ocasiones, no se sienten suficientemente libres como para expresarlas con claridad. Afortunadamente, la sociedad avanza y el machismo no está tan extendido como hacer unos años pero, es cierto, que el proceso es lento y determinadas conductas machos aún están muy presentes y pueden condicionar de forma importante la libertad de expresión de las mujeres en lo que a las preferencias sexuales se refiere. Puede que algunas aún no se atrevan a decirlo pero a las mujeres les gusta el sexo.

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El tantra o la búsqueda del Yo

El tantra, en realidad, no es más que la búsqueda de la propia esencia. Algo que parece tan nimio y, sin embargo, resulta tan enorme. La búsqueda de la naturaleza auténtica que subyace debajo de las capas de protección que nos ponemos encima. La búsqueda permanente de la libertad. El tantra es sexo, pero no es sólo sexo.

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El salto del tigre

El salto del tigre es un auténtico mito en lo que a prácticas sexuales se refiere. Y cuando digo mito me refiero, por su puesto, a la acepción en la que se considera una narración fabulosa que intenta explicar lo no racional. Exactamente eso es el archiconocido salto del tigre, una narración fabulosa utilizada con frecuencia pero imposible de ser practicada sin causarse serios daños. Puede que sea una pena perderse tanto fragor.

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Un beso puede ser una delicia

El beso, probablemente, sea una de las acciones más íntimas que podamos llegar a compartir con una persona. De hecho, si un buen beso puede ser una auténtica delicia, un mal beso puede convertirse en una auténtica tortura, tanto para quien lo da, como para quien lo recibe porque, conviene no olvidarlo, en un beso se incluye la participación de dos personas. Por supuesto, la colaboración de ambos resulta absolutamente imprescindible para que nuestro encuentro esté a la altura de nuestras espectativas.

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Las representaciones eróticas en la Historia

A lo largo de la Historia, las representaciones eróticas han tenido mucha presencia en todas las sociedades. Es que la sociedad actual cuenta con un detalle diferenciados: Internet ha sido capaz de hacer llegar el erotismo a cualquier casa del mundo pero, ni mucho menos, estamos ante la época en la que se ha comenzado ha extender esta forma de cultura. Las representaciones eróticas, a lo largo de la Historia, han tenido un protagonismo digno de tener en cuenta en el mundo de la pintura, la escultura, la música y, en general, en cualquier tipo de manifestación artística asociada al ser humano.

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El calentón sexual

¿Quién no ha experimentado alguna vez en su vida un calentón irrefrenable? El que esté libre de pecado, en este sentido, que tire la primera piedra. El ser humano es un animal sexual por naturaleza y, como no puede ser de otra manera, responde de forma inmediata a determinados instintos. Por supuesto el sexo es uno de los instintos primarios más presentes en nuestro comportamiento, si bien, la realidad social que nos hemos impuesto nos lleva a frenarlo con asiduidad. Sin embargo, hay momentos en la vida de cualquiera en la que nos olvidamos por completo en la convivencia social para responder de forma exclusiva al impulso sexual que nos asalta Cuando esto sucede estamos ante un calentón.

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