La masturbación es una parte esencial en el sexo. Además, debe quedar claro que no se trata de algo reservado a personas sin pareja o con una vida sexual poco activa. Ni muchísimo menos. También ha de quedar muy claro que resulta un placer estar con otras personas, tener orgasmos con ellos o ellas, sentirse deseado o deseada y dar tanto placer como seamos capaces. Sin embargo, esto último no supone que haya que renunciar al deseo de sentir placer estando solos. La masturbación es una parte más de la vida sexual de cualquier persona.
Categoría: Actualidad
Temas de actualidad que atañen especialmente a las muejres y nos influyen en nuestro día a día.
¿Y el amor?
¿Y el amor? ¿Dónde está? Este blog se viene ocupando, a diario, de transmitir cuestiones relacionadas con el sexo, con el mundo del erotismo, de la pasión y de la sexualidad, desde muy diferentes puntos de vista. Sin embargo, en no pocas ocasiones, junto a todas estas cuestiones sexuales viene asociado ese oscuro sentimiento que, de una manera u otra, habita en el ser humano, en cualquiera de sus formas, desde que nace hasta que muere. Hoy, sin que sirva de precedente, vamos a dejar a un lado la parte más salvaje de la pasión y nos vamos a central d¡en la que nos hace diferentes al resto de animales: el amor.
Los hombres buscan mujeres parecidas
Los hombres buscan mujeres parecidas todo el rato. Por ejemplo, cuando el expresidente de la República francesa, Sarkozy, comenzó su relación con Carla Bruni, se ubicaron un buen número de fotos de su anterior pareja, Cecile. Cualquier buen observador habrá notado que ambas, Carla y Cecile, responden a un mismo patrón físico. Son idénticos cuerpos y caras parecidas. De hecho, en este caso concreto, parecen gemelas separadas al nacer o, quizás se trate de una hipótesis más verosímil ambas cuentan con los servicios del mismo cirujano plástico. Sea como fuere, el caso es que este caso demuestra que al menos algunos hombres buscan mujeres parecidas.
El orgasmo cervical
Si hablamos de orgasmo cervical, es más que probable que algunos no sepan de qué estamos hablando. Es más, puede que incluso lleguen a pensar que es aquel orgasmo que se consigue cuando se produce un masaje a la altura de la columna cervical, o algo así. Pero no. No se trata de eso. Hasta ahora, nos hemos hartado de escuchar que las vías para que una mujer alcance el orgasmo eran dos. A saber, a través del clítoris o a través de la vagina. Como ya sabemos bien, esto es totalmente inexacta. En cualquier caso, deberíamos añadir una nueva forma de llegar al clímax para una mujer: el orgasmo cervical.
El pedo vaginal
El pedo vaginal es una realidad, existe, habita entre nosotros y es una tontería negarlo e, incluso, reprimirlo. No hay nada que una más a las personas especialmente en determinados momentos de máxima intimidad, como rebosar humanidad por los cuatro costados, nunca mejor dicho. Es cierto que puede llegar a resultar poco excitante. Incluso podemos llegar a pensar que resulte grosero. Sin embargo, convivir con nuestra humanidad, y con la de aquellos que nos re¡orean, forma parte del juego. El pedo vaginal, por lo tanto, debe ser normalizado y aceptado entre nosotros y nuestra pareja.
El calentamiento global y el sexo
El calentamiento global, sin duda, es uno de los principales problemas y retos que afronta la humanidad para los próximos años. Durante mucho tiempo se estuvo negando, de forma sistemática, por las autoridades públicas que, en realidad, se estuviese dando una situación de subida generalizada de las temperaturas a nivel planetario como consecuencia, entre otras cosas, de los hábitos de consumo humanos. Sin embargo, en pleno siglo XXI, la comunidad científica ya ha sido capaz de poner en alerta a las personas que dirigen el planeta. El problema es que, aunque ya sí que se reconoce por la mayoría de estamentos internacionales, las soluciones que se aportan para solucionar el problema del calentamiento global no terminan de llegar. O, al menos, no lo hacen a la velocidad y con la contundencia que un problema de tal magnitud requeriría.
Sexo en el avión
El sexo en el avión no es una fantasía nueva ni muchísimo menos. Hace algún tiempo conocimos que, en una aerolínea árabe, había una azafata que cobraba la cantidad de 2.000 euros por mantener relaciones sexuales en el baño del avión, en pleno vuelo, por supuesto, con los pasajeros. Parece que, en un sólo año, había llegado a facturar la nada desdeñable cantidad de un millón de euros. Parece que utilizaba las rutas largas, como las que unen el Golfo Pérsico en Estados Unidos, para tener varios encuentros en el mismo recorrido. El sexo en el avión es una de las fantasías sexuales más recurrentes y esta azafata aprovechó su sentido del negocio para sacarle partido económico y sexual al asunto.