¿Quién crees que tiene más sexo los hombres altos lo los que no lo son? Intuitivamente, es posible que hayas contestado que los hombres altos. Al fin y al cabo, los instintos primarios del genero humano a la hora de buscar pareja hacen que predomine el impulso de mantenimiento de la especie sobre cualquier otro. De esta manera, utilizando un razonamiento bastante básico, las mujeres piensan que las cavidades físicas, como el tamaño, pueden dotar a la descendencia de mayores posibilidades de supervivencia, primado estos aspectos físicos por encima de otros mucho más importantes como la inteligencia. Basándonos en este rebosamiento parece que siempre hemos creído que los hombres altos tienen más sexo que aquellos que no lo son.
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Temas de actualidad que atañen especialmente a las muejres y nos influyen en nuestro día a día.
¿Cuánto sexo necesitas para ser feliz?
¿Te has preguntado alguna vez cuánto sexo necesitas para ser feliz? Es más, ¿te has preguntado alguna vez si la cantidad de sexo está relacionada con la cantidad de felicidad? Seguro que, de forma espontánea, casi todos contestaríamos que sí tanto a la primera pregunta como a la segunda. Sin embargo, parece que no es del todo así. Las conclusiones del estudio llevado a cabo por la prestigiosa Universidad de Toronto, publicadas en la revista «Society for Personality and Social Psychology» revelan que las personas que tienen sexo más de una vez por semana no son más felices que aquellas que tienen sexo sólo una vez por semana. El estudio señala que el sexo es importante para ser feliz pero, sin embargo, también indica que no es necesario tenerlo todos los días.
Elegir una hora para tener sexo
Elegir una hora para tener sexo es algo a lo que todos nos hemos enfrentad. Es bastante usual que cualquier persona tenga una hora ideal para practicar sexo. Unos lo prefieren por la mañana, para otros la tarde es la mejor hora, están los que prefieren la noche y, no hay que olvidarnos de ellos, existe un grupo bastante significativo de personas a los que cualquier hora les viene bien si de practicar sexo se trata. Sin embargo, ¿podemos decir, con algún tipo de evidencia, que podemos elegir una hora para tener sexo en la que tengamos algún tipo de ventaja? La respuesta es sí. Al menos eso dicen las conclusiones del reciente estudio publicado por el departamento de psicología aplicada de la Universidad de Manchester, sin duda, una de las más prestigiosas del Reino Unido.
La cocina y el sexo
La cocina y el sexo, necesariamente, tienen que estar relacionados. Si existen dos placees extremos, capaces de sublimar cualquier cosa que seamos capaces de compartir con otro ser humano esos son, din duda, la cocina y el sexo. No hay un mejor momento para compartir con alguien por quien de verdad nos sentimos atraídos que el momento de una buena comida o de una cena romántica. Pero no todo acaba ahí, si ampliamos los momentos placenteros que nos proporciona una buena comida compartiendo también la preparación de la misma, la combinación puede resultar, sencillamente, el éxtasis. La cocina y el sexo, de forma necesaria, tienen que estar relacionados
Las aplicaciones para tener sexo
Las aparición de un gran número de aplicaciones para tener sexo, de un tiempo a esta parte, ha inundado la oferta de todas las plataformas de aplicaciones móviles. Unas van más encaminadas a los encuentro esporádicos y otras lo están a las relaciones estables pero lo cierto es que la oferta, en muy poco tiempo, se ha convertido en el muy amplia. Las posibilidades que estas aplicaciones nos dan para conocer personas que buscan un encuentro sexual, como nosotros, son muy grandes e impensables hace apenas unos años.
La heteroflexibilidad
La heteroflexibilidad es una realidad que cada vez está más presente y asentada en nuestra sociedad. Es común que se asocie el concepto con la bisexualidad pero, en realidad, no tiene nada que ver con ella. La persona que se reconoce heteroflexible es una persona totalmente heterosexual, reconocido y afirmado, que lleva una vida sexual completamente heterosexual. Se muestra ante la sociedad y ante sí mismo como una persona heterosexual, que es lo que es, sólo que, en ocasiones, de forma esporádica, mantienen relaciones sexuales con personas del mismo sexo. La heteroflexibilidad exige que los encuentros con penosas del propio sexo estén completamente descargados de carga s emocionales y, por supuesto, de compromisos de cualquier índole. Se trata, sólo, de sexo.
El sexo y la inteligencia
¿El sexo y la inteligencia están relacionados o, por el contralor, se trata de condiciones propias del ser humano q¡pero que no urdan ninguna conexión? Pues parece que la ciencia ya tienen una respuesta para esta pregunta. La conducta sexual activa, además de contribuir a la reducción del estrés y aportar su parte para mejorar, de una forma significativa, la calidad de vida, ayuda a la generación de nuevas neuronas en el cerebro de quien la mantiene entre sus hábitos y, por lo tanto, contribuye muy significativamente a la mejora de la inteligencia. De esta manera, podemos afirmar que el sexo y la inteligencia están íntimamente relacionados.