El maravilloso mundo de las caricias en el sexo es algo a lo que no todo el mundo se ha acercado. Y es una auténtica pena. Se trata, sin duda, de una de las acciones sexuales que mayor nivel de excitación nos puede hacer alcanzar. No cabe ninguna duda de que el contacto físico resulta fundamental para el ser humano. Por supuesto si esto es cierto en cualquier ámbito, aún más lo es en todo lo relacionado con el sexo. Las caricias, sin duda, son una forma deliciosa de acercarnos a nuestro compañero o compañera sexual.
Lamentablemente, es bastante frecuente que uno de los mayores errores que se comenta en el transcurso de las relaciones sexuales sean las prisas. En ocasiones parece que solo tenemos en la cabeza acabar cuanto antes. Sin duda es una manera muy pobre de acercarse al sexo. El nivel de placer que nos puede proporcionar el hecho de alargar los tiempos es mucho mayor. De hecho, tomarse todo el tiempo que sea necesario es una excelente idea. Y en este apartado, las caricias juegan un papel esencial.
Tocar con suavidad el cuerpo de nuestra pareja nos ayuda a conocerla. Pero a conocerla desde punto de vista realmente orgánico. Conocer sus acciones ante nuestro contacto en las diferentes zonas de su piel nos proporciona una información que puede ser extraordinariamente relevante tanto a nivel afectivo como emocional. Por supuesto qué la persona Que recibe las caricias, además de encontrar situaciones de auténtico placer también está recibiendo una importante información afectiva y emocional.
No debemos olvidar que el sexo mueve el mundo. Esta afirmación es tan cierta como que el sexo es movido por las caricias. No existe ninguna otra posibilidad sexual que pueda acercarnos a una experiencia sensitiva tan íntima cómo lo pueden hacer las caricias. No existe ninguna duda, pues, de que quién se está perdiendo de forma voluntaria esta experiencia está anunciando inevitablemente a una de las sensaciones más íntimas que nunca podamos experimentar. Si es tu caso, no deberías esperar más para comenzar a acariciar y a ser acariciado en el transcurso de tus experiencias sexuales.