La maravilla más importante de la naturaleza, probablmente, esté localizada en el clítoris. No demos olvidar que estamos ante el único órgano del ser humano cuyo diseño está únicamente concebido para proporcionar placer. No tiene ninguna otra función que la de dar placer. Y, sin duda, es algo que debemos celebrar cada vez que tengamos ocasión. Por eso, desde este espacio, de forma recurrente hablamos en uno o en otro sentido del clítoris. A menudo nos detemos en disfrutar de su anatomía. Al menos desde un punto de vista literario. Aunque no solo.
Para continuar con algunas de las cuestiones más importantes relativas a esta maravilla, señalaremos que es importante ceñirse a los tipos de alegría que se desean recibir o dar. Un orgasmo del clítoris puede sostenerse por sí solo. Si agregas estimulación, cambiarás el tipo de orgasmo que experimentas, siendo el clítoris el punto más receptivo y poderoso.
Digamos que se puede comienzar a usar un dedo para comenzar el proceso. Crear un ritmo entre la estimulación del clítoris, la presión de los dedos, la fuerza y la velocidad puede provocar una liberación en todo el cuerpo. Y conviene llegar a ese punto de una manera progresica.
Si bien el clítoris varía de una persona a otra, conocer los conceptos básicos sobre cómo estimularlo te permitirá abrazarlo mejor. Serás paciente y requerirá que te concentres en el placer, la sensación que das y la reacción de la persona.
No siempre se realiza de una forma correcta la estimulación de la maravilla del clítoris. Cuando veas tropezar, darse la vuelta a tu pareja o expresar verbalmente su disgusto, debes dejar de hacer lo que estás haciendo. A menudo, el shock del clítoris no responderá a estímulos más placenteros. Es como perder una erección. Si la situación se normaliza, puedes comenzar de nuevo volviendo al juego previo. Siempre con mucho cuidado de no volver a provocar molestias. Puede llevar más tiempo volver a involucrarlos por completo, pero se necesita paciencia para dejar que lleguen allí. Acepta el poder del clítoris y el potencial que tiene para ser la estrella del espectáculo.