El autoplacer es una buena herramienta para utilizar la fantasía para superar las inhibiciones. De hecho, hay muchas buenas razones para darse placer a uno mismo. Se siente bien. Puedes explorar tus propios patrones de respuesta sexual. También puedes disfrutar del sexo sin sentirte desesperado por una pareja. Puedes aliviar tensiones. Para las mujeres, puede aliviar la congestión pélvica, especialmente durante
menstruación.
El autoplacer también es una forma excelente de reincorporarse a la actividad sexual después de un ataque al corazón u otro problema médico. Las personas que se sienten bien dándose placer a sí mismas tienen muchas menos probabilidades de tener problemas sexuales. Si asume la responsabilidad de sus necesidades y respuestas sexuales, es probable que haga un buen ajuste sexual. Echemos un vistazo a algunos de los mitos y realidades del placer propio.
Mitos sobre el autoplacer:
-
-
- El placer propio causa locura, dolores de cabeza, ceguera, hemorragias nasales, ninfomanía y verrugas.
- Demasiado placer propio es dañino.
- El placer propio no es natural.
- Darte placer a ti mismo es inmaduro.
- El placer propio es para personas de mente simple.
- El autoplacer es un sustituto de las relaciones sexuales.
- El placer propio es socialmente inaceptable.
- Puede comenzar a preferir el placer propio a las relaciones sexuales.
-
Realidades de placer propio:
-
-
- No existe evidencia de que el placer propio cause problemas físicos o mentales.
- Es una forma saludable de asumir la responsabilidad de su propio orgasmo.
Es una excelente manera de conocer tus respuestas sexuales para que puedas compartirlas con tu pareja. - Las relaciones sexuales con una pareja y el placer propio son experiencias sexuales complementarias.
- Muchas personas sexualmente activas que tienen parejas disponibles siguen disfrutando del placer propio.
-
Lejos de ser un acto antinatural, el autoplacer es una función muy natural. Es saludable tanto psicológica como fisiológicamente. Y no hay una tasa normal asociada con el placer propio; la frecuencia varía enormemente de una persona a otra. Algunas personas fantasean mientras se dan placer, otras no.
Y no existe una forma correcta o mejor de tener un orgasmo o de masturbarse. Algunas personas alcanzan el clímax en silencio mientras se dan placer a sí mismas. Otros se revuelven y hacen mucho ruido. Estos aspectos varían mucho y no son criterios de juicio.
