Todos tenemos en ocasiones fantasías sexuales. Todos, alguna vez, nos hemos excitado simplemente con nuestra imaginación. Es algo tan normal como habitual. A todos se nos ha acelerado el corazón con solo recordar una fantasía sexual. Es algo de lo que nadie está libre. A todos nos ha asaltado en algún momento un pensamiento húmedo. En algunos casos incluso hemos tenido que recurrir a nuestras propias manos para dar salida a nuestros instintos. Pero, a pesar de que las fantasías sexuales son algo que a todos nos sucede, no conocemos, ni mucho menos, todo sobre ellas.
Tanto hombres como mujeres tenemos fantasías sexuales. Otra cosa es que públicamente lo reconozcamos. Pero tenerla, tenemos. Todos pensamos en algo cuando nos masturban. Todos hemos recurrido a alguna fantasía sexual para potenciar un orgasmo. Solo o en compañía. Es inevitable que hayamos imaginado alguna situación extraña o descontextualizada con una importante carga sexual.
Una cuestión común a todos los que tenemos fantasías sexuales es que, en ocasiones, podemos llegar a sentirnos culpables de ella. Se trata de una enorme estupidez. Sin duda. El ser humano es, por naturaleza, un ser plenamente sexual. La sexualidad, Por lo tanto, está dentro de nosotros. Es inevitable que nos relacionemos con ella. No cabe ninguna duda de que las fantasías sexuales con una de las mejores formas de relación que existen.
Algunas de las cosas aparecen en nuestras fantasías sexuales, sin embargo, no podríamos llevarlas a cabo. Eso tampoco debe ser un problema. Nuestra imaginación ni ofende ni molestar a nadie. Se trata de algo íntimo y personal que no tiene porque ser compartido con otras personas. Cuando esto es así no tenemos que tener ningún tipo de prejuicio.
Lo que sí podemos hacer el, Siempre que queramos, compartir con vuestra pareja aquellas fantasías sexuales en las que creamos que ambos podemos encajar. Encontrar la complicidad y colaboración de la persona que nos acompaña siempre es un buen aliado a la hora de realizar aquellas fantasías qué sí puedan ser llevadas a cabo. No debemos olvidar que no hay nada tan excitante como una fantasía sexual compartir que decide hacerse realidad.