La alergia al semen es un asunto no demasiado conocido pero que existe con relativa frecuencia. Algunas mujeres sufren este tipode alergia. Estudios recientes de la Universidad Metropolitana de Manchester situan esta cifra en un 12%. Son cifras suficientemente significativas como para no tomarlas a la ligera. De hecho, en los casos más extremos, el desenlace puede resultar fatal. La alergia al semen, aunque no sea muy conocida es un asunto que afecta a un buen número de mujeres.
Parece que la franja de edad en la que un mayor número de mujeres es alérgica al semen están situada entre los 20 y los 30 años de edad. La alergia se manifiesta de maneras muy diferentes. La irritación, el picor, el dolor al orinar y el eczema son las reacciones más comunes. Todas estas reacciones podrían facilmente confundirse con otro tipo de problemas como puede ser la dermatitis o, incluso, algunas ETS. No debemos olvidar que en casos extremos podría llegar a causar la muerte.
La alergia al semen es un síndrome de hipersensibilidad al semen humano. Dado que, como hemos visto, los síntomas pueden confundirse con los de otras enfermedades, es importante que si los localizamos inmediatamente después de una relación sexual, acudamos al médico para que valore esta posibilidad. El médico siempre nos puede ayudar. Esto es así. Sin duda, la mejor opción.
Normalmente, la sustancia que suele causar la alergia no es el semen en sí mismo. Es el líquido seminal el que provoca la reacción alérgica. Por lo tanto, no sonsn los espermatozoides los que causan el problema sino el líquido que les eirve para transportarse desde los testículos del varón hasta en interior de la vagina de la mujer o donde quiera que se produzca la eyaculación. Allá cada cual. Posibilidades hay muchas.
Es necesario destacar que, en la mayoría de los casos, no se produce alergia al semen de una persona en particular sino que el cambio de pareja sexual no cambia las cosas en este sentido. Casi la totalidad de las personas que han experimentado este tipo de reacciones, las han seguido experimentando cuando se ha producido un cambio de pareja. Lo que deja claro que el problema no está en el tipo ni en la calidad del semen sino en su composición.