En nuestra entrada de hablaremos sobre el tratamiento que requiere la adicción al cibersexo. En la última entrada a nuestro blog hablamos sobre este tipo de adicción, sus síntomas y las consecuencias que podría tener la vida de cualquier persona que sufriese este problema. Hoy vamos a tratar de orientar sobre el tratamiento que podría ayudar a salir de este problema. Esa es la buena noticia. Estamos ante un problema con solución. Vamos a ello.
Lo primero que hay que tener claro es que, como en cualquier otra adicción, el primer paso para ponerle remedio es que la persona afectada entienda y reconozca que, de verdad, tiene un importante problema. A esto hay que sumarle la necesidad de que tenga una importante motivación para cambiar su situación Si no se reúnen estos requisitos, las posibilidades de éxito disminuyen de forma muy importante.
Una vez que la persona en cuestión ha pasado por las diferentes fases que llevan al reconocimiento del problema y con la motivación suficiente para ponerse en marcha con el tratamiento, resulta mucho más sencillo encontrar la ayuda adecuada. De hecho es el único contexto posible para el éxito.
Internet nos ofrece algunas herramientas cuya creación tiene como finalidad ayudar a detectar si de verdad estamos ante una situación de adicción sexual o no. Este tipo de aplicaciones en ningún caso pueden sustituir a un profesional cualificado. De ninguna manera. Ni mucho menos. Sin embargo, sí que puede ser un promer paso para comenzar a reconocer el problema. Un primer paso para encontrar el tratamiento adecuado.
La terapia cognitivo conductual suele ser el tratamiento más utilizado en los casos de adicción al cibersexo. Es una forma de terapia que se suele utilizar para otros muchos tipos de adicciones. De hecho, resulta muy utilizada para la adicción al sexo en general. Trata de dirigir sus esfuerzos en detectar cuales son los elementos que disparan y promueven el comportamiento adictivo. Una vez que se consiguen identificar los elementos que causan el problema resulta más sencillo ponerle remedio. Ese es el camino.
Resulta especialmente importante que tengamos claro que, a la menor sospecha de padecer este o cualquier otro tipo de adicción, lo más efectivo, rápido y eficaz es ponerse en manos de un profesional. El resto de elementos que tenemos a nuestra disposición deben servir para movilizarnos en este sentido. Un profesional siempre es la mejor solución.