En nuestra entrada de ayer hablamos del pene. Pero no de cualqueir cosa relacionada con el pene. No, señor. Y es que, hablamos de una característica del pene que solo es propia en nuestra lengua. En nuestro idioma. Ya se sabe, el español es un gran idioma. Y eso se nota, sobre todo, en estos pequeños detalles. Bien, como decíamos, ayer hablamos sobre el pene. Sobre la cantidad de sinónimos que nuestro idioma tiene para referirse a él. Y, como no podía ser de otra manera, la entrada se convirtió en un auténtico éxito.
El caso es que, ante el éxito obtenido, y porque nos gusta reincidir, hoy volvemos a la carga. Y volvemos a la carga con otra enorme colección de palabras que utilizamos en castellano para referirnos al pene. Como no podía ser de otra manera, desde aquí, retamos a cualquier hablante de otra lengua a que revise si en su idioma existe un número de palabras tan grande para referirse al miembro viril masculino.
- Pancho (se utiliza solamente en México)
- Pipilín (en Perú se utiliza en el lenguaje infantil)
- Güeva
- El chostomo
- El sobaz
- Chimbo
- Nardo
- Camote (utilizado sobre todo en México)
- Chola (en algunas regiones de México)
- Pirinola (en determinadas regiones de México)
- Pirindola
- Paja (solo se utiliza en Chile. En España se sinónimo de masturbación)
- Guazamayeta (se utiliza en la costa atlántica de Colombia)
- Potranca: (en Colombia se utiliza cuando es muy grande)
- Mondá (se utiliza únicamente en Colombia)
- Pollón (cuando las dimensiones son sconsiderables)
- Rabo
- Cipote
- La minga
- Nardo
- Carajo (utilizado especialmente en Galicia y en algunos lugares de Sudamérica)
- Cola
- Pito
- Churro
- El pimiento (en Chile)
- Tilín (en Aguascalientes, región de México)
- Tiliche (en algunas regiones de México)
- Pichula (en Argentina)
- Verga
- Vergón (cuando se trata de un pene de tamaño importante)
- Pijota
- Pijaza (cuando estamos ante un miembro de dimensiones colosales)
- Chotazo (en Uruguay, cuando se trata de un pene enorme)
- Pindonga
- Porongón
Como ya advertíamos ayer, el idioma sigue creciendo cada día. Es posible que, a día de hoy, exista alguna otra forma de llamar al pene y que se nos haya pasado. Lo que sí es seguro es que, con el tiempo, naceran otras nuevas denominaciones.