La autoestima sexual es fundamental para que las cosas nos vayan bien en el sexo. Querernos a nosotros mismos, valorarnos es, a todos los niveles, una cuestión fundamental para sentirnos a gusto con nosotros mismos. Cuando hablamos de sexo ocurre exactamente lo mismo que en otras facetas de la vida. Saber valorar nuestra forma de ser, también en la cama, es fundamental, esta vez para tener una vida sexual sana y plena. Vamos a hacer un repaso por algunas de las claves que te ayudarán a elevar tu autoestima sexual.
En primer lugar, antes que nada, para poder elevar la autoestima sexual es imprescindible que nuestra actitud sea positiva. Vivimos en unos tiempos en los que sucede que las apariencias, el físico y la imagen parecen lo único que todo el mundo valora, sin embargo, nuestra actitud es nuestro mayor valor en general y, en lo referente al sexo, nuestro mayor atractivo sexual. Todos sabemos de personas que, sin ser guapas, están dotadas de un atractivo y capacidad de seducción especiales. En estas personas, lo que predomina, sin ninguna duda, es su actitud, ante la vida y ante el sexo.
Nuestra autoestima sexual cuenta con un enemigo importante al que debemos localizar para desterrar para siempre. Se trata de los tabúes. Circunstancias como la vergüenza o la timidez nos hacen alejarnos de nuestro objetivo. Busca todos los prejuicios que, en materia sexual, se esconden dentro de ti. Probablemente, si buscas conciencia, te encuentres con muchos más de los que, a priori, esperas encontrar. Lucha contra ellos. Libérate.
Una vez has llevado a cabo los puntos anteriores, decídete a tomar la iniciativa. Nada eleva más la autoestima sexual que dar el primer paso a la hora de poner en marcha nuestros sueños. A casi todo el mundo le encanta que la otra persona tome la iniciativa. tanto para emprender una relación como para iniciarse en alguna experiencia nueva con nuestra pareja.
Con estos sencillos pasos, podrás hacer que tu autoestima sexual crezca muy significativamente. Toma nota de ellos y, sobre todo, decídete a cambiar las cosas que te impiden, de momento, ponerlos en marcha.