A pesar de que los andrógenos son unas hormonas masculinas, también resultan imprescindibles para el desarrollo de la sexualidad de las mujeres. Todas las mujeres cuentan con varias hormonas masculinas. De todas ellas, las que mayor presencia tienen y, por tanto, son las más importantes son la testosterona y los andrógenos.
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El sexo en un hotel es mejor
El comienzo del año es una buena época para mantener sexo en un hotel. Una vez pasadas las fiestas con la familia y los amigos, una escapadita con nuestra pareja siempre viene bien. Es mucha gente la que gusta de realizar este tipo de prácticas. De hecho, se producen más salidas vacacionales de corta duración en las semanas posteriores a las fiestas navideñas que durante las propias vacaciones de Navidad. Además, parece que se ha demostrado que el sexo en un hotel es de mayor calidad que el que mantenemos en cualquier otro lugar.
Los tacones mejoran el sexo
Todos hemos oído hablar alguna vez sobre los aspectos positivos de los tacones a la hora de corregir la postura y, de esta manera, no perjudicar a la columna vertebral. También se habla mucho del beneficio que suponen para la tonificación de la musculatura. Por supuesto, por no hablar del característico contoneo que da a las caderas un toque especialmente sexual al caminar. Parece que son muchas las ventajas de llevar tacones.
El sexo y las neuronas
Pues parece que la cantidad y calidad del sexo practicado está relacionado con el número de neuronas. al menos eso es lo que dicen las conclusiones del estudio que han llevado a cabo los investigadores del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos de América. Así se ha publicado en la prestigiosa revista científica «PLoS One». Una lectura muy rápida del estudio determina que, cuanto más sexo, más neuronas.
Los hombres sólo piensan en el sexo ¿o no?
Si hay una frase estrella en cualquier reunión de amigas que se precie es aquella tan manida de que los hombres sólo piensan en el sexo. Bueno, en realidad, cuando digo en esta frase quiero decir en cualquier de sus múltiples variantes. «Los tíos sólo piensan en lo único», «tienen más activa la cabeza de abajo que la de arriba» y un largo etcétera de cultura popular acerca de la exclusiva dedicación intelectual del hombre al sexo. Uno de los mitos erróneos más firmemente establecidos sobre este asunto provienen del mundo anglosajón, donde se dice que un hombre piensa cada 7 segundos en sexo. No sé si afortunada o lamentablemente, esto no es así en absoluto. En realidad, no se trata más que de una broma humorística que se ha venido asentando como cierta sin serlo. Entonces, los hombres sólo piensan en el sexo ¿o no?
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Renovar la llama de la pasión es, sin duda, uno de los propósitos de año nuevo que más se han venido repitiendo en los diferentes hogares españoles. Puede que de un poco de miedo pensar en ello pero resulta inevitable, especialmente, si venimos de un periodo de tiempo en el que por todos los lados se escuchaba o leía las palabra amor. Sobre todo, si tenemos es cuenta, como de todos es sabido, que en el 95% de los casos en los que decimos «amor», en realidad, lo que queremos es decir «sexo». El caso es que un 2015 con una pasión renovada no le viene mal a nadie. Ni al que, de verdad está perdiéndola ni al que no está en esta situación. La renovación de la pasión, siempre viene bien.
Los propósitos sexuales para 2015
Año nuevo, propósitos nuevos. Acaba de comenzar un nuevo año y, como manda la tradición, hemos de hacer una lista mental de un montón de nuevos propósitos. Apuntarnos al gimnasio, dejar de fumar, perder peso y comenzar a tomar clases de inglés son algunos de los que, a buen seguro, han aparecido algún año en la lista de las personas que no siguen. Pero no debemos limitarnos a este tipo de cosas. Si queremos que el 2015, de verdad, sea próspero para nosotros, debemos dedicarle al sexo la importancia que realmente tiene para nosotros. Una lista de propósitos no puede dotarnos de esperanza e ilusión para el año que empieza si no está plagada de cuestiones relacionadas con el sexo.
