Aumentar el placer en tus encuentros sexuales siempre es una buena idea. No es relevante si se trata de hacerlo con tu pareja habitual y en el entorno de una relación estable o so, por el contrario, el objetivo es hacerlo en un apasionado encuentro furtivo de sexo ocasional. Todos nos hemos visto sorprendido alguna vez fantaseando cómo sería nuestro próximo encuentro sexual e imaginando llevar adelante técnicas que consiguiesen aumentar el placer en el sexo.
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Redes sociales y el sexo
Las redes sociales y el sexo está, cada día que pasa, más relacionados entre sí. Resulta cada vez más frecuente que una persona utilice las redes sociales para ligar y, lógicamente, tener acceso al sexo presencial. Tinder es, probablemente, la herramienta más utilizada para aquellos que buscan una cita para mantener sexo a través de las redes sociales. Sin ninguna duda, este tipo de consumo se ha instalado, definitivamente, en nuestra sociedad. Las redes sociales y el sexo ya están íntimamente relacionadas, nunca mejor dicho, y no parece que este vaya a cambiar.
El placer de tocar
El placer de tocar es absolutamente único. No hay nada parecido. Ninguna sensación puede llegar a ser tan excitante como ésta. Una gran cantidad de ejercicios de los que recomiendan los terapeutas sexuales, van orientados a fomentar el denominado egoísmo sano. Si aplicamos estas terapias al mundo de las relaciones sexuales, nos encontramos en un escenario en el que cada persona se ocupa de su propia capacidad para sentir placer desde un punto de vista amplio en el que, cada uno, ha de prestar la máxima atención e interés en procurarse el máximo de sensaciones placenteras para, así, transmitirlas luego a su pareja sexual. En este tipo de acción, el placer de tocar ocupa un lugar predominante.
Pánico al gatillazo
Si hay una cosa a la que los hombre tienen verdadero pánico eso es el gatillazo. Cómo aparece es bastante sencillo de explicar. En pleno acto sexual, sin ningún tipo de aviso previo y sin ningún motivo aparente, desaparece por completo la erección y no vuelve a aparecer por muchos esfuerzas que se lleven a cabo para conseguirlo. La frustración de los participantes en el encuentro sexual ante la aparición deán gatillazo resulta de proporciones monumentales. Por si esto fuera poco, este tipo de acontecimientos tienen la habilidad suficiente como para aparecer en el momento más inoportuno.
Los genitales masculinos y la higiene
Los genitales masculinos y la higiene deberían guardar una íntima relación que, lamentablemente, no siempre tiene lugar. Que se trata de un asunto de vital importancia para la supervivencia de la especie es algo que debería estar clarísimo para la población masculina, sin embargo, algunos aún se resisten a observar las normas más elementales en lo que respecta a la higiene de los genitales masculinos.
Los nervios y el sexo
Los nervios, la ansiedad o la preocupación son diferentes manifestaciones que influyen de manera negativa en nuestras relaciones sexuales. El funcionamiento de este tipo de situaciones suele darse como la pescadilla que se muerde la cola. Sucede que in día, por la circunstancia que sea, tenemos algún tipo de contratiempo en nuestra relación sexual lo que hace que nos pongamos nerviosos en el siguiente encuentro. al encontrarnos nerviosos las posibilidades de que algo vaya mal son mayores por lo que cometemos algún tipo de error que nos hacer que las cosas no vayan bien con lo que al siguiente encuentro sexual los nervios que alcanzamos son todavía mayores. Y así sucesivamente.
Los compañeros sexuales indirectos
¿Sabes lo que son los compañeros sexuales indirectos que tienen una persona cualquiera? ¿No? Pues vasco a intentar aportar algo de luz sobre el asunto a todos nuestros fieles seguidores y seguidoras que, por otro lado, cada vez son más. Antes de comenzar a hablar sobre los compañeros sexuales indirectos es preciso que expliquemos, brevemente, la teoría de los seis grados de separación, según la cual, dos personas cualquiera de cualquier punto del planeta están unidas por una cadena de no más de seis personas, Es decir, para llegar a cualquier persona del mundo, basta con que tú conozcas a alguien que, a su vez, conozca a alguien que, a su vez, conozca a alguien que, a su vez, conozca a alguien que, a su vez, conozca a alguien que, finalmente, conozca a esa persona. ¿Parece complejo? Pues, en realidad, siempre funciona. Haz la prueba.