Todos guardamos en la memoria buenos recuerdos asociados a nuestro primer beso de verdad. Todos pensamos que realmente nunca nos supo igula ningñun otro. Resulta muy común, sin embargo, que los recuerdos se distorsionen con el paso ineludible del tiempo y, poco a poco, se conviertan más en imágenes de lo que deseamos qeu hubiese sucedido que en un reflejo fiel de lo que de verdad ocurrió. Entonces, ¿el primer beso es tal cual lo recordamos o no nos podemos fiar de nuestra memoria sensitiva? De verdad, ¿nos supo mejor el primer beso que cualquier otro?