El clítoris es, sin duda, el mayor tesoro de la anatomía humana. Estamos hablando del único órgano del ser humano cuya única finalidad es la de dar placer. Bien es cierto que existen otros órganos con un número de terminaciones nerviosas suficientes como para transmitir una gran cantidad de placer a su portador pero, en todos los casos en que esto sucede, no es su única función. Por ejemplo, los hombres tienen pene y, en torno a su glande se concentran una cantidad ingente de terminaciones nerviosas, sin embargo a nadie escapa que la función del pene no se limita a lo relativo placer. Tareas como la reproducción y la excreción de sustancias también le son asignadas a este órgano. En cambio, el clítoris sólo sirve para general placer.