El festival del pene de Japón, aunque pueda sonar a broma, no sólo no lo es sino que, además, es un evento profundamente arraigado en la cultura nipona. Es cierto que los japoneses, en general, suelen ser callados y discretos con sus cosas. También es justo señalar que es difícil encontrar personas más respetuosas con el resto de las personas y sus costumbres. En cualquier caso, aunque parecen, en general, personas serias, lo cierto es que tienen un gran sentido del humor que está presente en todas y cada una de sus manifestaciones sociales. El festival del pene de Japón es, sin duda, un buen ejemplo de esto último.
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Cómo hablar durante el sexo
Hablar durante el sexo es, sin duda, un elemento que podemos utilizar para añadirle un amador interés a nuestro encuentro sexual. Durante nuestra participación en un acto sexual resulta inevitable que todos nuestros sentidos entren en juego. Es evidente que el tacto y la vista siempre está presentes de manera inequívoca pero, de la misma manera, podemos hacer que entren el juego el gusto y el olfato. Espacio para utilizarlos, desde luego, no va a faltar. Además de todos ellos, podemos, también, hacer que el oído de nuestra pareja le aporte aún más estímulos sexuales. Sin embargo, no resulta tan sencillo saber cómo hablar durante el sexo para que la acción sea efectiva.
Cine sobre sexo
Resulta bastante probable que si nos ponemos a hablar de cine sobre sexo, de forma irremediable nos vayamos al cine pornográfico. Sin embargo, ésta no es la última opción si los que queremos que los contenidos giren en torno a la temática sexual. El cine sobre sexo puede resultar mucho más amplio que la pornografía. En un gran número de películas de cine convencional, de las que se estrenan en salas convencionales y vistas por personas convencionales, está presente el sexo como parte central de la trama y se utiliza no exclusivamente para tratar de provocar la excitación sexual del espectador sino, también, para ilustrar una historia que precisa de las relaciones íntimas entre personas apea ser contada. Hoy vamos a hacer un repaso por alguna de estas películas.
El sexo es ejercicio
El sexo es ejercicio. Es tanto el material que se ha ido escribiendo e, incluso, publicando acerca de los beneficios del sexo para las personas que lo practican que, en ocasiones nos enceontramos con que algunas de las cosas que se dicen están realemnte exageradas y que algunas, incluso, llegan a ser rigurosamente falsas. Para que podamos entender, realmente, la relación entre ejercicio físico y sexo son dos las realidades que debemos comprender bien: por un lado el contexto en el que tienen lugar las relaciones sexuales y, por otro lado, el nivel de calidad que alcancen. El sexo es ejercicio sí, pero con matices.
La disfunción orgásmica
La disfunción orgásmica, también conocida como anorgasmia, consiste en el retraso o, incluso, ausencia continuada del orgasmo cuando se producen relaciones sexuales. En ausencia de relaciones sexuales, la falta de orgasmo es bastante común. Por ello, para que, de verdad, exista un problema con la ausencia del orgasmo, convenimos que ha de ser cuando se llevan a cabo relaciones sexuales. También es necesario que concurra el suficiente nivel de excitación. De no existir excitación sexual alguna tampoco podemos hablar de disfunción orgásmica.
Los problemas del cunnilingus
Cunnilungus, como nombre para el sexo oral femenino, es bastante feo. Me refiero a la palabra en sí. Poner nombre a las práctica sexuales no resulta fácil generalmente, pero, sinceramente, en este caso podían haberse esforzado un poquito más. Resulta curioso, algo tan hermoso como realizar caricias en el sexo femenino con la propia lengua, es bautizado con un nombre vulgar donde los haya. Unir la expresión latina «cunnus», que significa vulva, con «lingere», que significa lamer, tienen la culpa. En cualquier caso, el resultado suena a todo menos a algo que provoca placer. El cunnilingus, por lo menos para mí, puede llegar a resulta algo maravilloso, pero la palabra formada para describirlo no destaca, precisamente, por su brillantez.
Sexo en el museo
Cuando oímos hablar de sexo en el museo, las mentes más calenturientos, como la mía, nos ponemos a pensar en una peli porno. El cine para adultos utiliza todo tipo de localizaciones para ubicar sus hisotiras sexuales, suss enco¡centros y desencuentros eróticos y, por su puesto, el museo es un lugar tan buen como cualquier otro para utilizar. Además, tienen que resultar especialmente excitante ver cómo se practica sexo apoyados, por ejemplo, en un trozo del Partenón o cerca de la Piedra Rosseta. El sexo siempre es recomendable pero el sexo con una parte de la Historia de las civilizaciones puede llegar a ser realmente excitante. Una buena sesión de sexo en el museo puede ser, sin duda, un buen argumento para el cine X.