Vamos a dar algunos tips para tener sexo en el agua. Ya ha llegado la primavera y en muy poco tiempo el verano se instalará entre nosotros. El clima va siendo cada vez más favorable y nuestro instinto sexual despierta súbitamente. Entre las cosas que los rayos de sol invitan a que pongamos en marcha, sin duda, está el deseo por practicar sexo en el agua. A mayor temperatura, más fantasías sexuales con el agua como componente imrpescindible. El mar, la piscina, el jacuzzi o la bañera de casa pueden ser algunas de las posibilidades. Vamos a dar algunos tips para dsifrutar este tipo de encuentro.
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El calor y el deseo sexual
El calor y el deseo sexual están unidos. En realidad, no sé si existen estudios científicos que demuestren esta teoría pero, en el fondo, yo sé que sí. Las temperaturas suben, hombres y mujeres aligeran sus ropas y, por lo tanto, aumenta el estímulo sexual basado en el sentido de la vista, eso es un hecho. El invierno, por el contrario, es la época del año donde todos nos tapamos hasta las orejas para protegernos del frío y, por supuesto, a la vista queda menos porción de cuerpo ajeno que disfrutar. El calor y el deseo sexual, estoy seguro de que están relacionados.
Ola de calor y sexo
El calor de este verano está siendo especialmente insistente. La ola de calor comenzó con al primavera y, ya en el mes de septiembre, seguimos con ella. Apenas hemos descansado algunos días de ella. El buen tiempo siempre es favorable para el sexo. El sol y las temperaturas agradables sacan lo mejor de nosotros y la excitación sexual sale en busca de víctimas propicias para dar salida a nuestras fantasías eróticas. Sin embargo, cuando las temperaturas son tan altas, parece que la astenia se apodera de nosotros. En cualquier caso, esto no tienen por qué ser así. Si somos capaces de manerjar con soltira el calor, también podemos disfrutar de unas increíbles sesiones de sexo. Sólo hay que hacer que el exceso de calor juegue a nuestro favor.
El invierno y el sexo
En invierno hace frío. Al menos, así ha sido siempre. Desde la prehistoria, le hombre ha buscado diversas formas de protegerse de los rigores de la más dura de las estaciones. Desde protegerse en cuevas y cavernas hasta tomar las pieles de las piezas de caza. Los avances tecnológicos han hecho que tengamos una inmensa colección de artilugios que nos ponen mucho más fácil protegernos de la hostilidad del invierno. Pero, sin duda, lo que mas abriga del frío es el sexo. Si, normalmente, el sexo resulta protector, en invierno mucho más.
La primavera la sangre altera
Todos conocemos el antiguo dicho de “la primavera la sangre altera”. Pero, ¿qué tiene de cierto?. Los expertos argumentan que, debido al cambio de estación, los días son más largos, con lo que disfrutamos de la luz del sol durante más horas y esto hace que la vitamina D sea más fácilmente absorbida por nuestro cuerpo. La alta concentración de esta vitamina en los hombres genera mayor producción de testosterona que, como sabemos, es la hormona sexual masculina por excelencia. Esto desemboca en un aumento del deseo sexual. El cuerpo humano presenta concentraciones más bajas de vitamina D durante el invierno, con lo que, al llegar la primavera, con más luz y días más largos los niveles aumentan rápidamente.