Utilizar una fusta en nuestros juegos sexuales se ha convertido en algo mucho más frecuente de lo que podamos imaginar. Sin duda, la normalización de este tipo de de prácticas le debe mucho a la transcendencia que ha cobrado, tanto en su versión literaria como en su primera adaptación al cine, de la trilogía de «50 sombras de Grey» . Desde luego, la escena en la que Christian se muestra delante de Anastasia con su fusta de cuero trenzado mientras ella viste unos vaqueros viejos y rotos es una de las escenas cumbre del cine erótico y, por supuesto, de la literatura de este género. Los golpecitos que él profiere contra su mano mientras la contempla a ella atada con los grilletes y despatarrada en la enorme cama de cuatro postes son de los momentos más excitantes de la novela erótica y han hecho las delicias de las lectoras y lectores de la misma.