Sorprender a nuestra pareja en cualquier momento con un encuentro romántico, hace que la relación se afiance y que el deseo se mantenga vivo. Por eso, darnos un baño romántico con nuestra pareja puede resultar una experiencia única. Si quieres preparar un baño romántico perfecto sólo debes tener en cuenta estos 4 detalles:
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En el mundo actual parece siempre nos falta tiempo y que todo se tiene que hacer de forma rápida y acelerada incluyendo, evidentemente, el sexo. El Slow Sex es una nueva tendencia que consiste en hacer que el sexo sea más lento y extenso, es decir, que nuestras relaciones sexuales sean de larga duración.
En la última entrada os explicábamos cómo conseguir algunos juguetes eróticos caseros con objetos normales que utilizamos a diario y que no están diseñados o fabricados para utilizarlos con fines sexuales. Hoy añadimos algunos objetos más a esa lista que seguramente serán de vuestro agrado.
Hay una gran cantidad de objetos que utilizamos diariamente (los espejos, la alcachofa de la ducha, el chicle, la lavadora…), pero que nunca se nos ha ocurrido usar con fines eróticos. Si tu presupuesto anda un poco corto y no te puedes permitir acercarte a un Sex Shop, te contamos cómo conseguir unos sencillos juguetes eróticos caseros.
El sexo y el erotismo siempre han formado parte de las distintas culturas que ha habido a lo largo de la historia. En ellas podemos encontrar todo tipo de ceremonias, actos o ritos relacionados con el sexo, muchos de ellos sorprendentes y fascinantes. Te contamos los 12 ritos sexuales más extraños.
La sociedad moderna se ha vuelto tan seria que ya ni bromeamos con el sexo y más aún cuando echarse unas risas sirve para aumentar nuestro deseo sexual. Hoy veremos cuáles son los beneficios que tiene la risa en el sexo.
Hay algunos signos que indican que nuestro deseo sexual está en marcha. Nuestra piel se sonroja, nuestros ojos se iluminan, el cuerpo entero se sacude… todo esto se produce con una simple carcajada. Es comenzar a reír y todos los caparazones que nos creamos y que impiden que disfrutemos plenamente del sexo, desparecen.
Estos caparazones que nosotros mismos nos creamos, debidos principalmente a nuestras propias neurosis y miedos, hacen que nuestra energía sexual se encuentre atrapada. Al reírnos, liberamos todas esas ataduras dejando que nuestra libido fluya de forma natural. La risa nos provoca una relajación que favorece nuestro modo de sentir el placer.
El frenético ritmo al que nos vemos sometidos en nuestra vida diaria, hace que nuestros encuentros sexuales cada vez se espacien más en el tiempo. Además, cuando tenemos alguno, lo solemos hacer de forma rápida y precipitada, por lo que alguno de los miembros de la pareja ve sus sensaciones de placer limitadas. Debemos ser conscientes de esto y tratar de dedicarle más tiempo a nuestros momentos íntimos. Por eso, muchas parejas ya se han apuntado a la práctica del Slow Sex.
El Slow Sex (literalmente sexo lento) consiste en encuentros sexuales en los que debemos invertir entre 20 y 30 minutos. En este tiempo debemos incluir los preliminares, el juego erótico y el coito. Al disponer de más tiempo para conocernos y disfrutar de estos encuentros, más allá de la simple penetración, los diferentes ritmos de excitación que tienen hombres y mujeres no provocan ninguna frustración y conseguimos una mayor complicidad con nuestra pareja y la relación se ve reforzada.
Cuando comenzamos con la práctica del Slow Sex, nuestra rutina sexual también se ve reducida de una forma significativa. La confianza en temas sexuales aumenta y nos animamos a practicar nuevos juegos eróticos, nuevas posturas.