Esta ruleta sexual que los jóvenes colombianos llaman el carrusel es un peligroso juego que se está extendiendo entre los adolescentes. El juego del carrusel consiste en que los chavales se juntan a beber y a bailar. Cuando el alcohol les ha desinhibido lo suficiente, juegan a una variante de las sillas musicales, el conocido juego infantil. Todos bailan en círculo, desnudos, hasta que la música para. Cuando deja de sonar, cada chico penetra a la muchacha que tiene en frente y así sucesivamente. Pierde el que antes se corra.