Cuando una mujer es incapaz de tener deseos sexuales o de sentir placer con el sexo, padece una disfunción sexual conocida como frigidez. Que una mujer sea frígida puede afectar gravemente a una relación, ya que, al reducir de una manera significativa la actividad sexual, se crean situaciones de tensión dentro de la pareja y pueden llegar a provocar situaciones de frustración o incluso sensaciones de rechazo. En muchos de los casos, la mujer puede asociarlo a problemas puntuales y no acude a un especialista por lo que el problema no desaparece. Por eso, es importante saber qué ocasiona esa falta de interés por el sexo para poder ponerle soluciones. Si quieres saber si puedes ser frígida, te explicamos cuáles son los síntomas.
Existen dos tipos de frigidez.
– Total. No existe ningún tipo de deseo sexual, no hay una reacción ante los estímulos sexuales, hay una falta de excitación, no se produce lubricación vaginal y hay una completa ausencia de placer y orgasmos.
– Parcial. Es la más común. Aunque le cuesta mucho, la mujer consigue excitarse mediante la estimulación y puede disfrutar con el sexo, pero es muy difícil que pueda llegar a tener un orgasmo.