Una de mis fobias más absolutas en cuanto a sexo se refiere es follar con calcetines. ¿por qué me molesta tanto follar con calcetines? Siempre he tenido muy claro que cada persona es un mundo, especialmente, en lo que se refiere al sexo. Las ganas de probar cosas nuevas y diferentes, las preferencias, o los gustos de unas personas se diferencian notablemente de los de otras. Esta diferencia no es sólo entre el sexo masculino y femenino, sino que entre las mujeres o los hombres también encontramos diferencias considerables. Hay prácticas que a uno le pueden resultar muy sexys y atractivas y, en cambio, a otros les puede provocar el efecto totalmente contrario.
Una de las prácticas que más rechazo suele generar, aunque también cuenta con una legión de fieles seguidores, es, como ya os he adelantado anteriormente, el hecho de follar con calcetines. Si bien esta costumbre está más arraigada dentro del universo masculino, también podemos encontrar alguna fémina partidaria de esta disciplina.
Los argumentos más comúnmente esgrimidos por los detractores del uso de tan cotidiana prenda son su falta de erotismo. Llevar calcetines mientras uno hecha un polvo (supongo que el color es lo de menos) no resulta sexy. Follar con calcetines es el antimorbo personificado. El hecho de no desprenderse de toda la ropa, da la sensación de pereza y demuestra una falta de interés por el encuentro sexual.