A menudo se suele pensar que la hipersexualidad es algo que se da, exclusivamente, en los hombres. Sin embargo, por supuesto que esto no es así. Alunas mujeres también son hipersexuales. Como en el caso de los hombres, las mujeres que tienden esta característica consumen más pornografía, se masturban más frecuentemente. son más tendentes a la infidelidad, en el caso de tener pareja estable, y, por supuesto, mantienen relaciones sexuales con mayor frecuencia que el resto de personas. En general, los impulsos de carácter sexual de aquellas personas que tienen hipersexualidad son mucho más intensos y frecuentes que los tienen el resto de los mortales.
Fantasear en el sexo
En el sexo, fantasear es sinónimo de éxito. Sin embargo, no siempre lo tenemos en cuenta. Como todos solemos tener perfectamente localizados nuestros órganos sexuales, resulta demasiado frecuente que pongamos todos nuestros esfuerzos en trabajar, únicamente, esa zona. Si hay algo que diferencia realmente al ser humano del resto de los animales es su capacidad para imaginar cosas que no están sucediendo. Esta circunstancia resulta altamente gratificante si sabemos cómo utilizarla a nuestro favor en materia sexual. Una vez más, queda claro aquella afirmación que sostiene que el más importante de nuestros órganos sexuales es el cerebro. Fantasear es un lujo que todos nos podemos permitir y que puede hacer que nuestra vida sexual mejore considerablemente.
Los sapiosexuales. Cuestión de cerebro
Los sapiosexuales son aquellos que encuentran el placer sexual en la inteligencia. Son aquellos cuya mayor atracción sexual es el alto nivel de inteligencia. No hablamos de admiración ante las personas inteligentes, cosa que también se podría dar, sino de verdadera excitación sexual ante personas con un cerebro superior. Los sapiosexuales despiertan todo su deseco sexual cuando una persona les seduce a través de la inteligencia y no de los atributos físicos en los que se basan los estándares de belleza actuales.
No sólo las personas con un gran atractivo físico o con una gran belleza son capaces de levantar las más bajas pasiones sexuales en determinadas personas. Aquellos que tienen un alto nivel de inteligencia también son capaces de hacerlo en aquellos que se sienten atraídos sexualmente por esta característica intelectual. No sólo el físico puede llegar a excitar sexualmente a aluien, los sapiosexuales también son capaces de excitarse a través de la sabiduría de otras personas.
Sexo en el transporte público
El transporte público es un lugar como otro cualquiera para mantener relaciones sexuales. El sexo hay que tomárselo con total naturalidad y dar respuesta a un calentón es una situación a la a que cualquiera se puede enfrentar en cualquier momento. De hecho, tener sexo en el transporte público es una de las fantasía sexuales que con más frecuencia se repite en la población mundial. Muchos, han dejado de tenerlo como fantasía sexual y han pasado a tacharlo de la lista de las cosas pendientes de hacer.
Las cosas más desagradables del sexo
Las cosas desagradables pueden aparecer hasta en aquellos ámbitos de la vida que más nos seducen y que realizamos con mayor pasión y dedicación. En el sexo, por supuesto también pueden llegar a estar presentes y no son, en absoluto recomendables. Hoy vamos a dar un repaso por las cosas más desagradables que pueden suceder en el sexo. lo recomendable es hacer lo posible por tratar de evitarlas. Si no fuera posible, tampoco resulta conveniente obsesionarse con ello. Si esto sucediese, lo mejor, como en casi cualquier circunstancia, es relajarse y disfrutar.
La música y el sexo
Si el sexo tiene un aliado cercano, fiel y que nunca falla, sin duda, éste es la música. Es más que habitual, entre todo tipo de parejas que, al comenzar a preparar un escenario para el encuentro sexual, uno de los preparativos a los que más tiempo dediquen sea la elección de la banda sonora que acompañará al momento. Sin duda, la música es un compañero fiel al sexo y la mayoría de las personas que mantienen sexo de forma habitual así lo piensan.
La hipersexualidad
La comunidad médica aún no se ha puesto demasiado de acuerdo en cómo definir el término hipersexualidad. Sin embargo, hay bastante consenso en que se trata de un estado de estimulación frecuente del indiviso que lo sufre que hace que, permanentemente, le aumente el deseo sexual hasta llegar a convertirse en una necesidad que hacer que toda su vida circule en torno al sexo. El desacuerdo fundamental entre los expertos está en si es una adicción, como unos afirman, un trastorno compulsivo, como sostienen otros, o, por último, estamos ante un trastorno impulsivo, como definen otros. La hipersexualidad, aún, es una auténtica desconocida para los expertos.