Calentar a un hombre, en ocasiones, no es tarea tan fácil. Las obligaciones familiares, sociales, laborales y de otra índole, puede hacer que la predisposición para el sexo no sea la mejor en según qué ocasiones. El tipo de vida urbanita que, por norma general, se suele llevar en el siglo XXI no favorece, en absoluto, la relajación y la tranquilidad, cosas que son imprescindibles para poder mantener un sexo de calidad. Así que hoy, vamos a hacer un pequeño recorrido por aquellas cosas que una mujer puede hacer para calentar a un hombre, sexualmente hablando, y hacerle entrar en materia.
Activar las zonas erógenas
Las zonas erógenas, como todos deberíamos saber a estas alturas, son absolutamente fundamentales para practicar un sexo saludable y placentero. Ponerlas en marcha, en definitiva, activarlas para que aporten su parte a la experiencia sexual del individuo resulta algo completamente imprescindible. Las zonas erógenas no sólo son las más relacionadas con nuestro aparato sexual, tanto masculino como femenino, sino que podemos encontrar un buen número de zonas con esa sensibilidad especial y que, en ningún caso, están en zonas cercanas al glande o la vulva.
Preocupaciones sexuales de las mujeres
Las preocupaciones que atormentan de alguna manera a las mujeres en materia seuxal son muchas. Desde el miedo a no complacer sexualmente a su pareja hasta el temor de no disfrutar lo suficiente en una relación sexual pasando por un largo etcétera de posibilidades que, sin duda, podrían darse pero que, en muchas ocasiones, o no existen o son provocadas por la propia preocupación. En general, este tipo de preocupaciones lo que hacen es causar ansiedad y convertir lo que debería ser un momento de disfrute y diversión en algo estresante. Vamos a hacer un peqeño recorrido por algunas de las más habituales.
La promiscuidad sexual
La promiscuidad sexual, en contra de lo que podamos pensar, ha estado presente a lo largo de la Historia desde tiempos inmemoriales. No hay más que darse una vuelta por los libros de historia para comprobar la presencia que tenía en la época romana. Nombres tan destacados como Calógula, Tiberio o Mesalina, además del lugar que les ha reservado la Historia, también deben tener un lugar destacado en lo que a las pasiones y la promiscuidad sexual se refiere. También otras civilizaciones antiguas como pueden ser la egipcia o la griega destacan ampliamente por la presencia del sexo promiscuo en sus hábitos sociales rutinarios.
El invierno y el sexo
El invierno y el sexo, por regla general no se suelen llevar demasiado bien. Al menos, en promedio. Se dice que los jóvenes suelen tener una menor actividad sexual durante esta estación del año. De hecho, parece que es la época del año en la que existe un menor número de encuentros sexuales. Al menos, estas son algunbas de las conclusiones a las que llega una importante empresa farmacéutica. Afortunadamente para todos, ya hemos dejado atrás el invierno, la primavera florece delante de nosotros y el impulso sexual toma nuevos y renacidos ímpetus entre nosotros para alegrarnos la vida.
El vibrador y la relación de pareja
El vibrador es uno de los juguetes sexuales preferidos por las parejas más o menos estables. En general, todos los juguetes sexuales son una forma ideal de romper con la monotonía sexual y emprender un nuevo camino en la búsqueda de diferentes formas de placer. Es frecuente que se les de un uso particular e individual, sin embargo, su uso dentare de las relaciones sexuales con nuestra pareja habitual puede ser una experiencia muy excitante para ambos. La experiencia, sin duda, merece la pena. Uno de los preferidos para este tipo de menesteres es el vibrador.
El sexo en grupo
El sexo en grupo es una opción más para disfrutar plenamente de la sexualidad. Los que buscan este tipo de encuentros no son, ni mucho menos, obsesos sexuales con alguna fijación por el sexo. En realidad suelen ser personas con inquietudes, de mentalidad abierta, que tienen curiosidad por descubrir cosas nuevas en todos los ámbitos de la vida y que están dispuestas a disimular el pudor durante un tiempo para pasar un buen rato. En realidad, en una sesión de sexo en grupo, si algo debe estar presente en todo momento es el respeto y la sensibilidad. Con estos dos valores, todo eso posible.