Hay cosas que una mujer debe evitar en la cama. A la hora del sexo, por más que, en ocasiones, oigamos que todo vale, esto no debería ser así. Encontrar un criterio válido para determinar qué cosas resulta mejor no realizar cuando una mujer se enfrenta a una experiencia sexual, siempre es un buen apoyo. Hoy os daremos algunas recomendaciones. Vamos a hablar sobre algunas cosas que una mujer debe evitar en la cama.
Los hombre sin deseo
La idea de hombres sin deseo sexual se nos hace complicada de imaginar. Normalmente, solemos pensar que los hombres son capaces de tener un mayor deseo sexual que las mujeres. En realidad, lo que mucha gente piensa es que los varones quieren sexo todo el rato, con quien sea y en las circunstancias que sean y, por el contrario, la mujer, no. Es como si hubiese que convencerlas para mantener un encuentro sexual porque su naturaleza es rechazar, de forma sistemática, el sexo. Sin embargo, el deseo sexual no es patrimonio de los hombres. Tanto es así que por supuesto que existen hombres sin deseo sexual.
Besos y besos y besos…
Besos y besos y besos y más besos. SI hay algo que destaca de una forma my especial en la adolescencia de cualquiera es la iniciación al sexo y el descubrimiento de los primeros besos. Besos de todos los tipos. Largos, cortos, grandes, pequeños, en público o a escondidas. Según pasa el tiempo, este tipo de besos pierden la inocencia y, casi siempre, van a compasados de algo más. En realidad, esto sucede en el mejor de los casos, en los casos peores se pierden en los preludios del sexo. El caso es que los besos como objetivo único parecen limitados la época de nuestras vidas en las que nos enfrentamos, desde nuestra juventud, al inicio del sexo.
Aceptar tu cuerpo en la cama
Aceptar tu cuerpo en la cama es algo que resulta fundamental si lo que queremos es tener una vida sexual sana. No todos podemos tener el cuerpo que nos gustará pero eso no es motivo para no disfrutar de nuestra sexualidad de una forma sana e intensa. A muchas personas les entran los traicioneros nervios y miedos cuando aparece el momento de quitarse la ropa junto a otra persona. Especialmente si se trata de la primera vez con la persona en cuestión. De hecho, suele ser común que una de las primeras reacciones en esta situación sea apagar las luces. En realidad, la única solución pasa por aceptar tu cuerpo tal y como es, olvidarse de los prejuicios y disfrutar sin ataduras del sexo.
La belleza vaginal
La belleza vaginal es una de las muchas tareas en las que las mujeres de hoy en día ocupan su tiempo. De la misma manera que hacemos verdaderos esfuerzos en hacer que nuestra piel de la cara, por ejemplo, se muestre tersa y suave o que tratamos de hacer que nuestro cabello se vea sedoso y desenredado, determinadas mujeres invierten tiempo, dinero y esfuerzo en cuidar otras zonas de su cuerpo tal vez menos visibles en principio. A estas alturas, todos hemos oído hablar del blanqueamiento anal. Se trata de una técnica que hace que la zona que rodea al ano, generalmente ennegrecida con el paso del tiempo, recupere su tono blanquecino. También existen diferentes técnicas para mantener intacta la belleza vaginal.
El inicio en el sexo anal
El inicio en el sexo anal puede ser complicado. De hecho, lo más habitual, cuando no se tienen práctica en el asunto, es que las primeras experiencias no sean demasiado enriquecedoras para ninguno de los implicados. La penetración anal, cuando no se está preparado para ella, puede resultar más compleja que la vaginal. Por eso es bastante recomendable documentarse lo suficiente como para contar con alguna información que nos ayude en este complicado camino que es la iniciación en el sexo anal.
El perfume y la atracción sexual
El perfume y la atracción sexual se relacionan de una manera muy especial. Todos sabemos que estamos inmersos en una época donde el consumo es fundamental para explicar la vida de la mayoría de las personas. El gusto por los complementos es una tendencia universal. En muchos casos, los complementos que usamos nos diferencian del resto del mundo. En ocasiones, si no fuese por estas pequeñas diferencias, parecería que todos fuéramos iguales. El perfume, destaca entre estos complementos como elemento claramente diferenciador.