Es posibles que algunas leyes, por motivos que no podemos llegar a entender, no respondan a una necesidad imperativa de regular un comportamiento. Eso se ve en casi cualquier parte del mundo. Hoy, nos vamos a detener en algunas de las leyes que más raras nos resultan en lo que tienen que ver con el sexo y que ahora mismo son plenamente vigentes en Estados Unidos de América. Este mismo ejercicio se puede realizar en casi cuaquier parte del mundo, con resultados parecidos, pero la diversidad social y legislativa en los diferentes estados de USA, hace que sea un lugar ideal para empezar con un poryecto social de este tipo.
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Temas de actualidad que atañen especialmente a las muejres y nos influyen en nuestro día a día.
Dejarse erotizar por la lectura
Olvidar a una expareja
Olvidar a una empareja resulta tan importante para la salud como pudiera ser el sexo. Cuando una persona mantiene una relación con otra persona, es necesario poner a imposición de la relación toda nuestra predisposición y esfuerzo. La convivencia, sin duda, es el factor más complicado. Se trata de un ámbito lleno de pequeños detalles que pueden fortalecer una relación como ninguna otra cosa lo haría o, por el contrario, deteriorarla hasta llevarla a niveles de puro escombro. La higiene, el sexo, los pequeños hábitos diarios son importantes pero, tan importante es hacer cosas para que todo funcione como, si deja de funcionar y decidimos acabar para siempre con la relación, olvidar cuanto antes a la que ya es nuestra expareja.
Exposiciones de fotografía erótica
No resulta tan habitual que en el arte de la fotografía el erotismo se haga con un sitio. Pues bien, las obras eróticas de los artistas de referencia de Alberto García-Alix, brillante Premio nacional de fotografía, forman parte de seis muestras de fotografía erótica recogidas bajo el título «La exaltación del ser. Una mirada heterodoxa». Por supuesto, los trabajos están repletos de cuerpos desnudos, de sexualidad latente, de fetichismo y de toda suerte de conceptos relacionados con el erotismo, desde lo más tierno a lo más sórdido.
El sexo clandestino
El sexo clandestino que supone el poliamor es algo que, aunque está de moda, está bastante escondido en nuestra sociedad. Como si no quisiéramos que los demás lo notasesn por miedo a no ser aceptado. En realidad, la palabra «poliamor» no se encuentra recogida en el diccionario de la RAE. A pesar de ello, se trata de un término que define aquella relación de convivencia estable establecida entre más de dos adultos y en las que las relaciones sexuales son parte de la forma de convivir. Vamos, que se trata de un trío establecido en el tiempo. Quien quiera saber más sobre el poliamor, puede documentarse en las innumerables películas que tratan este asunto. En cualquier caso, se trata, a nivel social, de un tipo de sexo clandestino.
Las acróbatas vaginales
Las acróbatas sexuales son unas artistas que, en general, apenas son conocidas por el gran público, sin embargo, sus números son muy difíciles de ejecutar y suelen conllevar un importante volumen de entrenamiento. Esta exigencia a nivel de entrenamiento supone, además, una buen tacada de beneficios para sus practicantes quienes, gracias a su capacidad de sacrificio trabajan los músculos del suelo pélvico, lo que, tanto a nivel de salud como a nivel sexual, les supone una ventaja muy importante respecto a las mujeres que no lo practican. Las acróbatas vaginales son bastante desconocidas pero realizan ejercicios verdaderamente asombrosos para la mayoría de lo son iniciados.
El sexo público y el sexo privado
La inmensa mayoría de las parejas prefieren el sexo privado. Para ellos, sus relaciones sexuales son algo que pertenecen a la esfera de lo íntimo. Se trata de algo persona y forman parte de su propia privacidad, por lo que no suelen tener la necesidad de que se trate de algo compartido con más personas. Lo más habitual, al menos en las socidades occidentales, es que el sexo privado sea la acción escogida por la mayoría de las personas que tienen pareja. Sin embargo, como ocurre con casi todo, no es la única opción posible ni, por supuesto, la única opción válida. Existe, de hecho, un buen número de parejas que eligen la opción del sexo público y su decisión al respecto ha de ser tan válida y tan respetable como la anterior.