El calor y el deseo sexual están unidos. En realidad, no sé si existen estudios científicos que demuestren esta teoría pero, en el fondo, yo sé que sí. Las temperaturas suben, hombres y mujeres aligeran sus ropas y, por lo tanto, aumenta el estímulo sexual basado en el sentido de la vista, eso es un hecho. El invierno, por el contrario, es la época del año donde todos nos tapamos hasta las orejas para protegernos del frío y, por supuesto, a la vista queda menos porción de cuerpo ajeno que disfrutar. El calor y el deseo sexual, estoy seguro de que están relacionados.
Categoría: Actualidad
Temas de actualidad que atañen especialmente a las muejres y nos influyen en nuestro día a día.
Verdades sobre sexo
Las verdades sobre sexo también existen. No todo van a ser mentiras, mi mucho menos. De la misma manera que en la última entrada de este blog hicimos un breve recorrido por algunas de las mentiras más frecuentes en el sexo, hoy el camino lo vamos a emprender en el sentido contrario. Vamos a comentar alguna de las cosas que son ciertas sobre el sexo y que en realidad, muchas personas aún dudan sobre su veracidad. Señoras y señores, prepárense para leer verdades sobre sexo.
Mentiras sobre sexo
Mentiras sobre sexo habrás oído a patadas. Son muchas las cosas que, más o menos están establecidas en el ideario de las personas comunes en relación al tema que nos ocupa y que, sin embargo, no tienen nada que ver con la realidad. Hoy vamos a enumerar una serie de mentiras sobre sexo que puede que, en algunos casos, desconozcas. Vamos a ello.
Qué comer y qué no antes del sexo
Comer antes del sexo no tienen por qué ser una mala idea. Ce hecho, existen una gran variedad de alimentos que, no sólo no son molestos si se ingieren antes de practicar sexo sino que todo lo contrario, resultan altamente recomendables. Sin embargo, de la misma manera, existen una interminable colección de alimentos que no resultan, en absoluto, aconsejables para consumir momentos antes de tener un encuentro sexual. Comer antes del sexo, vale, pero… ¿qué?
La normalidad en el sexo
La normalidad en el sexo ni existe ni deja de existir. Sencillamente. no se trata de meter en la cama números, estadísticas y demás herramientas, probablemente muy útiles para otras cuestiones pero nada recomendables en el sexo. En realidad, el hecho de rodearnos de tantos datos sólo puede servir para arruinar los encuentros sexuales y, en ningún caso, para favorecerlos. De hecho, a diario, los expertos en terapias sexuales se encargan de atender a pacientes los que cuestionan permanentemente sobre la normalidad en el sexo cuando, en realidad, no existe nada normal ni anormal en esta materia.
Cosas a evitar en el sexo
El sexo tiene cosas a evitar, eso es indudable, pero no siempre lo tenemos en cuenta. Cuando vamos a proceder a mantener un encuentro sexual con alguien, no importa si se trata de nuestra pareja estable o de un encuentro ocasional, hemos de tener muy presente que hay algunas cosas que es necesario mantener al margen de éste si queremos que sea un éxito o, al menos, si no queremos fracasar antes de comenzar. Para aproximarnos un poco a las cosas a evitar en el sexo vamos a comentar algunas de ellas.
El sexo de los solteros
El sexo de los solteros, aunque nos neguemos a aceptarlo en ocasiones, no es igual que el de las personas casadas. Habremos de hacer una puntualización, En este texto, cada vez que nos referimos a solteros o casados, en realidad, no estamos hablando de su estado civil sino de si mantienen una relación estable o no. Una vez hecha la aclaración, es preciso señalar que el estado de soltería, a nivel de las relaciones afectivas, suele suponer instalarse en una zona cómoda sin otro objetivo que enfrentarse a la soledad que supone esta forma de vida, mientras que la vida en pareja se caracteriza por compartir hogar, relaciones sentimentales, trabaja y, en muchos casos, descendencia. Es evidente que en vidas tan diferentes, por fuerza la forma de enfrentarse al sexo pase por ser realmente diferente. El sexo de los solteros tienen sus propias características como el de los casados tienen las suyas.