La bisexualidad se está volviendo cada vez más visible en el panorama de los medios de comunicación. Cada vez es más respetada como la sexualidad distintiva que es. Sin embargo, en la actualidad y a pesar de los avances que la sociedad ha realizado para su normalización, muchos mitos sobre las personas bisexuales siguen prevaleciendo. Así que vamos a desmontar algunos de ellos.Sin duda, estos mitos sobre la bisexualidad provocan mucha frustración a las personas que los padecen. El entorno más cercano a las personas bisexuales suele mostrarse comprensivo y respetuoso. Al menos en la mayoría de los casos. Sin embargo, basta con mirar algunos programas de televisión para ver estos mitos en acción. Incluso ahora, en 2019. Por lo que la sociedad, a pesar de los avanves, no termina de superarlo.
El espectador medio se considera demasiado limitado en su mayor parte como para poder comprender las complejidades de la bisexualidad, por lo que cuando hay un giro en la trama de la sexualidad sobre un personaje, generalmente es gay. No bisexual. Los comentarios sobre aquellos que se identifican como bisexuales en la televisión no son exactamente complementarios.
A menudo, cuando una mujer confiesa a un hombre su bisexualidad, estos suelen adoptar una postura más protectora sobre su pareja femenina. En muchos casos, los propios padres no responden positivamente a la declaración de bisexualidad de su propio hijo o hija. Lamentablemente, Las personas bisexuales suelen sentir que su bisexualidad debería seguir siendo un secreto cuando se encuentran entre un grupo de personas que no conocen demasiado bien.
Las personas bisexuales no están obsesionadas con el sexo. Al menos no tienen por qué estarlo. Exactamente igual que el resto de las personas. Sin duda, este es uno de los principales mitos a desmentir. Tampoco tratarán de robarte a tu pareja, al menos, con mayor intensidad que lo pudiera hacer una persona no bisexual.
Las personas bisexuales no lo son por una educación confusa. Ni mucho menos. Probablemente suceda al contrario, que no pueden hacer brotar al exterior con total naturalidad su verdadera sexualidad por culpa del ocultismo que aún existe a nivel social sobre este particular.