La investigación muestra que la combinación de comunicación no sexual y sexual está asociada con la relación y la satisfacción sexual. Ser capaz de hablar abiertamente sobre deseos o inquietudes sexuales se ha relacionado con una mayor satisfacción sexual, bienestar sexual y relaciones más satisfactorias. Suena bien, ¿no crees?
El estado de ánimo puede marcar la diferencia y ayudar a que tú y tu pareja estéis de buen humor. La iluminación puede ser determinante. Consigue una lámpara de lava o lanza una camisa roja sobre tu lámpara. Creará un ambiente sexy y proporcionará poca luz.
Y cuando se trata de ropa, todo depende. Mientras que algunos podrían preferir un par de tacones de aguja y una pieza de lencería otros pueden preferir los pantalones de yoga. En última instancia, se trata usar de lo que te hace sentir confiado y cómodo.
Sumérgete en el sonido de la voz de tu pareja. Comparte con él o ella lo que fantaseas y luego pídele que te mordisqueen el oído y te lo repitan. O tal vez lo que te pone de humor es escuchar cierto género de música. La música evoca la emoción. Crea una lista de reproducción sexy y prepárate para divertirte.
Piensa en dónde te gusta que te toquen. ¿Te gustan los toques suaves o ásperos? ¿Con qué te gusta que te toquen? ¿Una pluma? ¿Una paleta? ¿Con la lengua? Lo más importante es darte permiso para experimentar placer para sentirte más seguro y dejar que tu compañero entre.
Un estudio reciente descubrió que las personas comían chocolate con más frecuencia antes y después del sexo. Pero aparte de los afrodisíacos populares, una dieta rica en antioxidantes, como las semillas de lino, promueve la salud cardiovascular, lo que lleva a un mejor flujo de sangre a los genitales.