El sexo rasurado es una opción que, cada vez, esta más de moda. Es algo que se da con frecuencia tanto en varones como mujeres. La moda de afeitar se los genitales hasta hacer desaparecer por completo el vello es algo relativamente moderno. Hasta no hace mucho tiempo se solía descuidar de una manera total la cantidad del vello genital. Sin embargo, de un tiempo a esta parte se está imponiendo con fuerza la opción de el sexo rasurado. No es algo especialmente relacionado ni con hombres ni con mujeres. En realidad se trata algo que está invitando a ambos sexos.
Como en casi todo en esta vida, las opciones no tiene porque ser dos únicamente. La radicalidad, en este caso, limitada las opciones de elección, Por lo que no resulta nada recomendable. Así pues, la gama de opciones que se presentan nuestra disposición resulta altamente variada. Se pueden dar situaciones en las que la opción elegida sea el sexo rasurado de manera radical pero también se pueden dar situaciones en las que se elija el desaliño púbico total. Lo mejor de todo es que entre esas dos opciones tenemos una infinita gama de posibilidades.
Sin duda, esto es algo prometedor. Que la posibilidad de elegir sea tan amplia no puede si no redundar beneficios para disfrutar del sexo. La cantidad, calidad, forma y color del bello que quedamos lucir en nuestros genitales es cosa nuestra. De hecho, en cada momento tendremos la posibilidad de nada hasta nuestra imagen a nuestras necesidades del momento.
Puede que quedamos tener una noche de sexo casual y que quedamos sorprender a nuestros potenciales parejas ofreciéndoles un corte de bello púbico atrevido. En ese caso podremos dotar a forma que es nos resulte divertida. Incluso podemos teñir de algún color especial esa zona. Puede tratarse de una alternativa divertida a la melena o al sexo rasurado por completo.
También podemos estar ante una noche apasionada con nuestra pareja de siempre y queremos ofrecerle una imagen de seguridad. Una buena forma de hacerlo mostrar una melena púbica desaliñada. Las opciones son innumerables. Quizás tantas como estados de ánimo podamos llegar a alcanzar.