El funcionamiento de la libido no es algo que se suela conocer en profundidad. A nivel conceptual estamos ante la carga de energía vital vinculada al sexo. Está influenciada por las respuestas del sistema nervioso ante la influencia de las hormonas sexuales. Es cierto que en un principio la libido se palacio exclusivamente con la energía sexual. Sin embargo, más tarde se fue definiendo como una energía que guarda relación con ámbitos y funciones que, en principio, no tienen porque tener nada que ver con la sexualidad.
Aunque la mayoría de las personas asocial la libido con el alto deseo sexual, Estamos ante una creencia errónea. De hecho, el deseo sexual puede manifestarse de otras maneras. Para entender este extremo basta por un lado la pareja apasionada que se acaba de conocer. Por otro lado una pareja estable aún conserva su atracción sexual. En ambos casos la libido está presente. En ambos casos solvencia. Sin embargo, cada una de estas dos posible situaciones se manifiesta de forma muy diferente.
La libido no es algo que funcione de la misma manera hombres y mujeres. Parece que en el caso de las mujeres guarda una importante relación con el ciclo menstrual. La influencia de las hormonas en las diferentes fases del ciclo harán que se produzcan crecimientos y decrecimientos. Las dos hormonas que mayor implicación tiene en el deseo son el estrógeno la testosterona. Ambas se producen en los ovarios y son las causantes de las fluctuaciones hormonales.
En el caso de los hombres el estrógeno y la testosterona también son las hormonas que se encargan de hacer subir y bajar la libido. En los varones, estas hormonas se producen en los testículos. Los niveles de producción hormonal suelen ser más constantes que los de las mujeres. Por eso el nivel de deseo sexual de los varones suele verse afectado en menor medida por ascensos y descensos. Por lo general, cuando se produce un importante de crecimiento en el nivel de deseo suele estar asociado a algún componente externo. Especialmente destacables son aquellos que tienen relación con el estrés o la ansiedad.