Algunos medicamentos contra el colesterol pudieran tener un impacto relativo en la vida sexual. Una pena. A muchas personas se les recetan medicamentos para bajar su colesterol. Todos lo sabemos. Sin embargo, a veces se desconocen los efectos adversos de estos medicamentos. Desafortunadamente, para muchas personas los efectos secundarios pueden llegar a ser significativos. Se han descrito algunos casos en los que determinada medicación contra el colesterol llegaba a afectar a la vida sexual. Cuando esto sucede debemos contactar inmediatamente con el profesional que nos los prescribió.
El buen funcionamiento sexual y el nivel de satisfacción dependen de varios factores diferentes. Todos ellos trabajan juntos para lograr el éxito y rara vez es solo una cosa la que consigue arruinar la vida sexual de una persona. Esto puede desconcertar a las personas que desearían poder tener una solución fácil. Sin embargo, los milagros no suelen darse. Ni en un sentido ni en otro. De esto no cabe duda. ¿No crees?
Los medicamentos para bajar el colesterol se recetan con mucha frecuencia como medicamentos aparentemente inofensivos. No en vano, disminuyen el riesgo de una persona de sufrir una enfermedad cardíaca y un derrame cerebral. Se ha encontrado, sin embargo, que el colesterol alto por sí solo no es necesariamente el problema, sino el alto nivel de inflamación asociado a él que se da en el cuerpo. Generalmente debido a una mala alimentación y estilo de vida. Muchas personas se benefician de las prestaciones de la medicación contra el colesterol sin ninguna otra consideración. Sin embargo, para algunos, los efectos secundarios son significativos y pueden afectar a su vida sexual.
La medicación contra el colesterol actúa disminuyendo la formación de colesterol en el sistema. Desafortunadamente, el colesterol es el componente básico de todas las hormonas sexuales. Desde la testosterona hasta el estrógeno, pasando por la progesterona. También es el bloque de construcción de la membrana de cada célula de su cuerpo, por lo que su cuerpo hace que la producción de colesterol sea una alta prioridad. En consecuencia, los niveles más bajos de colesterol dan como resultado niveles más bajos de testosterona y estrógeno. Ya que nuestros genitales están directamente respaldados por estas hormonas, al igual que nuestra libido, pueden tener un efecto significativo en la vida sexual de algunas personas.