Hombres y mujeres tienen sus procias necesidades y prioridades. Es por eso que deben entenderse de diferentes maneras. No cabe duda que el deseo sexual es uno de los factores que promueve la sexualidad de la pareja. Por lo tanto, una pareja puede estar en peligro como tal si el deseo disminuye sensiblemente o, incluso, llega a desaparecer. Por eso es tan imporante que entendamos las diferencias a la hora de afrontar la sexualidad que existen entre hombres y mujeres.
Los estímulos con los que se excitan los hombres tienen mucho que ver con lo visual. Eso no quiere decir que no reciban otro tipo de estímulos. Sin embargo, son especialmetne sensibles a los estímulos sexuales que entran por la vista. Este tipo de estímulos son rápidos y funcionan de manera inmediata. Así, un hombre, cuando recibe un estímulo sexual a través de la lista, posiblemente ponga en marcha de forma rápida los mecanismos que le activan el deseo sexual.
No sucede lo mismo en las mujeres. Generalmente, las mujeres no son tan sensibles a los estímulos sexuales que tienen que ver con la vista. Por el contrario, sí lo son, por ejemplo, a los que entran por el oído y, incluso, a los kinestésicotactiles. Este tipo de estímulos son de absorción lenta. De esta manera, cuando las mujeres encuentran estimulos sexuales por esta vía a la que son sensibles comienzan un perido de activación del deseo sexual mucho más lento que el que se produce en los hombres.
En cualquier caso, no hemos de ovidar que estamos ante una generalización que sucede en gran parte de los casos pero que no tiene por qué darse en todos. De hecho incluso entre hombres diferentes pueden darse respuestas sexuales diferentes. Por supuesto, también sucede entre mujeres diferentes.