Lo primero que nunca debemos hacer cuando salimos a intentar encontrar a una chica con con la que compartir un encuentro es llevar en la cabeza la única idea de ligar. Cuando esto sucede es como si lo llevas hemos escrito en la frente. Se trata del repelente de mujeres más eficaz que jamás se ha inventado. Cuanto más pensamos en ello más torpes nos volvemos. Salir para intentar divertirse es la mejor alternativa.
Tener un plan demasiado exhaustivo tampoco es buena idea. Tener previstos todos los pasos que se van a dar desde el momento del primer acercamiento no es una buena idea. En realidad, todo lo que reste espontaneidad nuestro encuentro nos va a venir realmente mal. Cuando las cosas surgen de forma natural todo funciona mejor. Forzar las cosas es la antesala del fracaso.
Beber en exceso es otra de las peores ideas que se puede tener cuando tratamos de salir a ligar. Es cierto que una copa de vino o un par de cañas de cerveza contribuye a la desinhibición. Alcanzar este punto puede resultar favorable para las relaciones sociales. Sin embargo, corremos el riesgo de no saber parar en el momento justo y traspasar el límite. Cuando esto sucede estamos perdiendo el control de nuestras propias acciones. Resulta una pésima idea.
Agobiar a la persona con la que queremos ligar es un error descomunal. Una vez más, la naturalidad debe ser nuestro referente. Cualquier tipo de acción que vaya en contra de actuar de forma natural será un importante inconveniente para nuestros objetivos, ya que causará agobio y, por lo tanto, malestar a la mujer en cuestión.