El maravilloso mundo de las feromonas siempre ha estado delante de nosotros. Desde siempre, estan en nuestras vidas. Es posibe que, en realidad, sean las encargadas de mover el mundo. Tanto es así que, en algunos lugares se celebran auténticas fiestas sexuales donde las auténticas protagonistas son las feromonas.
Aparéntemente, cuando hablamos de este tipo de fiesta, lo hacemos de una fiesta normal. No guarda ninguna diferencia significativa con cualquier otra organizada por un grupo de hombres y mujeres jóvenes. En primer lugar, lógicamente, hay gente. Suena música. En general, música no demasiado estridente. Suele haber algo para beber y, casi siempre, también suele haber algo para comer. Sin embargo existe un matiz bastante relevante que no es común al resto de fiestas.
Se trata de seguir una serie de pautas que nos permitirán participar en la fiesta de las feromonas. Cada uno de los participantes debe seuigr, de un modo escrupuloso, las indicaciones dispuestas a tal efecto. De no ser así, la participación en la fiestas estará vetada.
La primera de las normas para participar en una fiesta de feromonas es dormir con una camiseta blanca de algodon limpia, durante tres noches seguidas. Deben ser, precisamente, las tres noches inmediatamente anteriores a la fiesta. El uso de desodorantes o similares está rigurosamente prohibido. Se trata de impregnar el olor de la persona en la prenda de vestir. Cada mañana, al despertar, se ha de guardar la camiseta en una bolsa hermética y limpia para conservar las feromonas.
Evidentemente, otra de las normas es acudir con la camiseta a la fiesta de las feromonas. Será imprescindibe llevarla para poder acceder al recinto. No se deberá llevar puesta sino que se transportará en una bolsa limpia y convenientemente cerrada.
Una vez en el lugar donde se celebre la fiesta, las bolsas se etiquetarán con diferentes colores para distinguir las que son aportadas por chicas de las aportadas por chicos. En ningún caso se anotará ningún detalle que revele la identiddad de su propietario. Se numerarán, simplemente, para, de esta manera, salvaguardar la confidencialidad del propietario.
Luego, cada persona realiza pruebas olfativas sobre las bolsas de las diferentes personas del sexo opuesto. Cada persona eligirá aquellas bolsas cuyos olores le hayan seducido. Se relizan fotos durante este proceso que se expondrán públicamente. El resto, depende de los participantes.