Comerse una pizza después una sesión de sexo es una buena idea. Hay una compañía que está desarrollando un vibrador que, una vez que la mujer alcanza un orgasmo, pide su pizza favorita. Sin duda, se trata de una gran idea. Si pensábais haber visto todo en materia sexual, una vez más, vamos a demostrar que esto no es así. Lo de hoy es realmente alucinante. Hemos encontrado en Internet un vibrador, que, además de disfrutar sexualmente, es capaz de cubrir las necesidades culinarias de la persona que lo utiliza. Flipante, ¿no es así? A nosotros, por lo menos, sí que nos lo ha parecido.
En realidad, no se trata de una tecnología muy innovadora. Lo genial, más bien está en haber tenio la idea. Algunas ocurrencias son realmente maravillosas. Se trata de un método muy sencillo. Muy facil de usar. El vibrador se conecta Internet para que puedas realizar el pedido y lo guarda para que cuando tu fiesta sexual solo tengas que apretar un botón para que tu pizza favorita aparezca en tu casa. Fantanstico. Sin duda.
Se trata de una colaboración que han iniciado un importante fabricante de juguetes sexuales con una conocida empresa distribuidora de pizzas. Sin embargo, si estás pensando en salir corriendo a comprar este juguete nada más terminar de leer nuestra entrada de hoy, me temo que no va a ser posible. Estamos en la fase de desarrollo de este, por lo que todavía no está disponible. Una pena, la verdad. Pero todo llegará. A su debido momento.
En cualquier caso, parece que antes de una año este producto podrá encontrarse en la mayoría sexshops con tienda física y, con toda seguridad, en casi todos los distribuidores de juguetes eróticos existentes en Internet. Adquirir un juguete de este tipo no va a ser nada complicado. Incluso, quién sabe si se podrán adquirir en las pizzerías.
Tampoco se descarta la posibilidad de que el acuerdo se amplía a otro tipos de distribuidores de comida. Por supuesto que la pizza es un alimento estupendo después de un encuentro sexual, pero no debemos olvidar que existen otros alimentos de sobrado éxito y reconocimiento. A nadie se le escapa que terminar un encuentro sexual con unas fabes con chorizo puede ser algo realmente sublime.