La principal causa de divorcio es el matrimonio, que diría aquel. Y es que resulta inevitable que sobre una relacion, planee la sombra de la ruptura. Todo lo que empieza tiene que acabar. O no. El matrimonio o, en su caso, cualquier tipo de relación formal de pareja, es una forma complicada de convivencia. Por ello, resulta bastante complicado mantener en el tiempo. Por eso siempre existe la posibilidad del divorcio.
Pero, ¿qué nos ofrece el matrimonio que es tan criticado pero tan perseguido? Parece que lo que buscamos en una relación de pareja es precisamente la estabilidad. Necesitamos el afecto, por supuesto. Necesitamos, que no quepa ninguna duda, el sexo. También necesitamos de la convivencia. La relación de pareja duradera parece que nos ofrece la posibilidad de alcanzar todo eso y, además, mantenerlo en el tiempo. Pero la amenaza del divorcio siempre está ahí.
Y ¿qué podemos hacer para que nuestra relación de pareja sea duradera? Pues las claves para que el divorcio no trunque nuestra relación, como imaginarás, no son las mismas en todas las relaciones. Cada forma de convivencia tiene su particularidades a todos los niveles. Además, a pesar de hacer todo de forma correcta, siempre puede aparecer algún imprevisto que acabe con todo.
Sin embargo, resulta una buena idea para que nuestra relación de pareja se aleje del temido divorcio, cumplir con algunas recomendaciones básicas. Por supuesto, el respeto resulta algo absolutamente elemental para que todo fluya. Sin respeto todo está condenado al fracaso.
Resulta buena idea no idealizar la relación. Si lo hicieses, a la primera decepción podrían derurumbarse todas las expectativas y eso resulta letal. Resulta mucho más inteligente aceptar las imperfecciones de tu relación y lidiar así con las dificultades que aparezcan.
En cualquier caso, siempre existen algunos indicadores que van apareciendo antes de que todo se acabe. Antes de que el divorcio sea inevitable. La rutina, la apatía y la desidia sin duda son un buen ejemplo. Si aparecen en tu relación, muy probablemente estén indicando que todo se ha acabado ya. En estos casos, aferrarse a unas expecttivas que no se cumplieron suele ser un pésimo negocio.