Adicción sexual es el fenómeno según el cual los individuos desean tener relaciones sexual mucho más frecuentemente de lo considerado habitual. También se le llama dependencia sexual o compulsividad sexual. La existencia de esta condición no está universalmente aceptada por los sexólogos y su etiología, naturaleza y validez es debatida. La adicción sexual pues, no genera consenso entre los especialistas en la materia. En cualquier caso, lo cierto es que existe.
Los partidarios de este concepto han ofrecido diversas descripciones. Como es logico, cada una de acuerdo con su modelo favorito. Los que explican un modelo adictivo del fenómeno se refieren a él como «adicción sexual». En este caso, suelen ofrecer definiciones basadas en a similutud con las adicciones a diferentes sustancias.
Por otro lado, los que apuestan por los modelos de la falta de control se refieren a la «compulsivitat sexual». En este caso, se ofrecen definiciones basadas en las conductas obsesivas y compulsivas. Por último, están los escépticos. Estos creen que es un mito. Que, en realidad, estamos ante el subproducto de determinadas influencias culturales y de otro tipo. Diferentes teorías. Diferentes pensamientos.
Los pacientes que sufren de un trastorno bipolar pueden alterar menudo su conducta sexual dependiendo de su estado anímico. Algunas enfermedades neurológicas como el Alzheimer, algunas lesiones cerebrales, el síndrome de Klüver-Bucy, el síndrome de Kleine-Levin y otras enfermedades neurodegenerativas podrían causar una conducta hipersexual. A veces, también las drogas como la metanfetamina podrían contribuir a desarrollar este comportamiento. El orígen, como hemos visto, podría responder a causas muy diversas. Y a otras muchas no mencionadas.
Resulta bastante común que, cuando se escucha hablar sobre la adicción sexual, se bromee sobre este comportamiento. Sin embargo, se trata de un daño psicológico que puede generar graves problemas a quien lo sufre y a su entorno. En la actualidad, un equipo de psiquiatras de la Universidad de California están trabajando en el desarrollo de unos criterios que permitan el diagnóstico del desorden hipersexual. El trabajo está comenzando.
La sintomatología comúen entre los que sufren esta cuestión pueden incuir un patrón de fantasías sexuales recurrente frente a situaciones como el estrés o la depresión. Se trataría de una reacción física del organismo ante una situación traumática. Queda mucho por hacer al respecto.