La sexualidad y la tecnología, aunque parezca que no están relacionadas, desde hace tiempo comparten un mismo camino. Es un hecho que la tecnología está cambiando por completo nuestras vidas y, como no podía ser de otra manera, también está cambiando nuestra forma de relacionarnos sexualmente. En el resto de ámbitos resulta evidente los cambios. Por ejemplo, podemos relacionarnos con un compañero de trabajo que se enceuntra a 10.000 Kilómetros de distancia a tiempo real. También podemos, por poenr otro ejemplo, ver lo que está sucediendo en el interior de nuestro exófago mientras expertos doctores en la materia analizan la observación desde varios hospitales especializados en nuestrra dolencia situados en diversas partes del mundo.
Pero los diferentes avanzces en tecnología en áreas como la robótica, las comunicaciones o la realidad virtual son innovaciones ciéntíficas que ua en la actualidad, sin necesidad de esperar a ver qué es lo que ocurre en el futuro con su desarrollo, tienen aplicaciones en el mundo de la sexualidad humana uqe ya se están poniendo en práctica.
Resulta un hecho el sexo a distancia. Personas a las que puede separar una enorme cantidad de kilómetros pueden conectarse desde cualquier de lso dispositivos que nos ofrece actualmente la tecnología para tener una sesión de sexo a distancia. Es cierto que la magia del contacto físico no está presente pero también existen soluciones tecnológicas para eso. La oferta en juguetes sexuales que se activan por control remoto ya resulta de lo más amplia. Por supuesto, el sexo virtual también es un hecho.
Ya existen a disposición de aquullos que estén interesados en ellos varias gamas de robots que interactúan con una persona a modo de compañero sexual Se trata de máquenas con mecanismos complejos que son capaces de efrentarse con relativa solvencia al mundo de las emociones, el sexo e, incluso, de alguna forma de amor. La tecnología, en este sentido, no ha dicho su última palabra, ni mucho menos.
Exsiten un buen número de ofertas de lo que se ha dado en llamar entretenimiento inmersivo, en el que se combina de diferentes maneras el mundo físico con el mundo virtual. En definitiva, una forma de realidad aumentada donde se pueden incluir, por ejejmplo, transmisiones en vivo combinadas con experiencias mulstisensoriales en medio de una proeección de cine pornoa 360º.