Masajear el pene con la vagina es una opción muy válida. Casi siempre, cuando una mujer quiere estimular el galnde de su compañero de encuentro sexual, se va, rápidamente, hacia su propia mano para comenzar las caricias. No es una mala opción, desde luego, pero, en absluto, se trata de la única manera de masajear un miembro viril masculino. El resto de las maneras más comunes para masajear un pene pasan por los pechos, la posición conocida comuenmente como cubana ya es un clásico, y, por supuesto, por la boca. De hecho, esta última forma de estimulación del pnee, a través de la boca, es casi tan popular como la primera, a través de la mano.
SIn embargo, como adelantábamos en el párrafo anterior, existen otras maneras de estimular un pene, erecto o no aún, y una de ellas consiste en masajear el pene con la vagina. Hemos de tener claro que la vagina no solamente es un miembro genital listo para recibir las embestidas del penen de turno. Se trata de mucho más. La vagina no es un ser inenrte que ni siente ni padece y que hemos de estimular a base de penetraciones. Por supuesto que no. De hecho, la vagina estña llena de terminaciones nerviosas por lo que, por definición, es una de las zonas del organismo humano con mayor capacidad para sentir uy, por lo tanteo, para transmitir sensaciones.
Conceptualmente, es posible que haya personas que no terminen de pillarlo. Sin embargo, es sencillo. ¿Por qué no podemos utilizar una zona tan sensible para probocar placer a base de suaves caricias emitidas de forma suave y delicada? Para un hombre, sentir como una vagina recorre a bases decontracciones su pene de arriba a bajo, resulta algo tremendamente excitante. SI, además, la lubricación es la correcta, la sensación puede llegar a alcanzar un punto de magia absoluta dificilmente explicable para aquellos que no han tenido la ocasión de disfrutar con esta maravillosa técnica. Nada es más estimulante para un pene que notar centímetro a centímetro, asin más forteras que la propia piel, las contracciones delicadas de una vagina.