Hay ocasiones en las que mear puede convertirse en uno de los placeres más asombrosos de este mundo. Orinar cuando se han contenido las ganas durante un tiempo prolongado puede ser, sin duda, un extraordinario placer. De esto no cabe ninguna duda. Todos y todas nos hemos visto en alguna ocasión en la tesitura de tener que contener la micción por un tiempo demasiado prolongado. En realidad, mientras dutra esta situación se pasa realmente mal pero cuando, por fin, se presenta la ocasión de posder soltar todo lo acumulado, la situación de palcer que se genera es comparable al mayor de los placeres que una persona pueda obtener por cualquier vía. Y cuando decimos por cualquier vía quermemos dercir exactamente eso: por cualquier vía. Mear con ganas, por lo tanto, es un auténtico placer.
Puede que cuando acabamos una sesión intensa de sexo, lo que más nos apetece es girarnos para el otro lado y comenzar una interminable siesta. Puede que esta situación describa mejor a los varones que a las mujeres pero ellas no están exentas, en absoluto, de este deseo. Si embargo, si miramos, única y exclusivamente por nuestra salud, lo mejor que podemos hacer nada más acabar un apasionado encuentro sexual es irnos al baño a mear.
Mear justo después de haber tenido sexo con otra persona puede que no sea la situación más glamurosa que podeamos vivir, u ofrecer a nuestra compañía, sin embargo, en lo que a la salud se refiere, es una de las mejores alternativas. De hecho, tanto es así que miccionar justo desùés de haber mantenido una relación sexual puede llegar a reducir hasta un 80%el riesgo de padecer algún tipo de infección en la vegiga, en la próstata, en la vesícula e, incluso, en le riñón.
Por lo tanto, si queremos cuidar nuestra salud, lo más conveniente, y sencillo, que podemos hacer es mear una vez hemos acabado de mantener relaciones sexuales. En realidad, no basta con ir al baño después del sexo. Cuanto antes se haga, mejor. Los expertos recomiendadn que no dejemos pasar un tiempo superiro a los 45 minutos nates de orinar después de haber mantenido sexo.