El periodo refractario es el espacio de tiempo, más o menos largo que transcurre desde el momento de la eyaculación de un hombre hasta que se encuentra nuevamente con el pene en erección y listo para comenzar la tarea del coito. Como decía aquel, en algunos casos, ese periodo puede durar años. Fuera de bromas, el verdadero secreto de la potencia sexual masculina no está en el control de la eyaculación ni en el control de la erección sino en el control del periodo refractario.
Se ha demostrado que en determinados animales el periodo refractario no existe. Por ejemplo, en el laboratorio, si pones a una rata macho frente a una colección de ratas hembra dispuestas a la copula, éste irá pasando una por una hasta propinarle una buena cantidad de carga genética y autoestima. Sin necesidad de pasar ningún tiempo de espera entre cópula y cópula. Si hay algo que nos diferencia de las ratas, sobre todo, es esto.
Existen algunos hombres que, al igual que las ratas, son capaces de controlar el periodo refractario a su antojo y, de esta manera, pueden hacer que tras la eyaculación suceda, de forma inmediata, otra erección que, a su vez, de lugar a otra eyaculación, completando este bucle sin más limitaciones que el propio agotamiento físico o el ajeno. Sin duda, esta capacidad para generar placer a uno mismo a a sus congéneres, hace de el individuo con esta cualidad, alguien especialmente dotado y, por qué no decirlo, cotizado y codiciado a partes iguales en determinados sectores.
Se conoce que determinados fármacos son capaces de contribuir al control del periodo refractario de la misma manera que se sabe que, otro tipo de fármacos proporcionan los efectos contrarios. Lo que no está tan claro es cómo conseguir este efecto sólo con entrenamiento. Internet, por supuesto, está plagado de métodos y técnicas que aseguran conducir al control del periodo refractario, Sin embargo, que encontremos entre ellas alguna que sea efectiva en realidad no es algo que esté demostrado. En cualquier caso, siempre que las propuestas sean inocuas no veo por qué no tratar de dominarlas para ser si sonase la flauta.