El calor y el deseo sexual están unidos. En realidad, no sé si existen estudios científicos que demuestren esta teoría pero, en el fondo, yo sé que sí. Las temperaturas suben, hombres y mujeres aligeran sus ropas y, por lo tanto, aumenta el estímulo sexual basado en el sentido de la vista, eso es un hecho. El invierno, por el contrario, es la época del año donde todos nos tapamos hasta las orejas para protegernos del frío y, por supuesto, a la vista queda menos porción de cuerpo ajeno que disfrutar. El calor y el deseo sexual, estoy seguro de que están relacionados.
Es un hecho que apenas empiezan a subir las temperaturas en los termómetros, empieza todo a moverse. Las propuestas para compartir cama aumentan y las ganas de proponer a alguien que comparta cama con nosotros, también. El calor, sin ninguna duda, hace que se dispare nuestra libido. Al menos, si preguntamos a cualquiera, lo más probable es que piense de esta manera.
En realidad, parece que las únicas evidencias que relacionaban el calor propio del verano y el deseo sexual se han encontrado en determinados rumiantes silvestres, es decir, en ovejas, cabras, camellos y este tipo de animales. aprese que a los machos de estas especies les aumenta la actividad testicular en el verano, lo que se refleja en un aumento de la cornamenta. Puede que esto último sea similar a lo que les sucede a algunos hombres en verano aunque, sin ninguna duda, por diferentes motivos. Pero no nos desviemos del adusto que nos ocupa y volvamos a él.
Seguiremos, pues, esperando a que la ciencia encuentre una explicación a la pretendida relación entre el calor y el deseo sexual. pero, como no puede ser de otra manera, lo seguiremos haciendo yendo ligeros de ropa y observando a nuestras potenciales compañeras de cama también de esta manera. Continuaremos esperando disfrutando los días más largos y las noches más cortas para fomentar esa atracción por el sexo opuesto. Seguiremos esperando tratando de disfrutar del tiempo libre que las vacaciones estivales nos proporciona e invirtiéndolo en darle plenitud a nuestra vida sexual.