Las verdades sobre sexo también existen. No todo van a ser mentiras, mi mucho menos. De la misma manera que en la última entrada de este blog hicimos un breve recorrido por algunas de las mentiras más frecuentes en el sexo, hoy el camino lo vamos a emprender en el sentido contrario. Vamos a comentar alguna de las cosas que son ciertas sobre el sexo y que en realidad, muchas personas aún dudan sobre su veracidad. Señoras y señores, prepárense para leer verdades sobre sexo.
Cuando hablamos del orgasmo lo estamos haciendo de una experiencia muy corta. Por lo general no suele ir más allá de los doce segundos. Lo que resulta más difícil de explicar es la intensidad, o más bien las diferentes intensidades, que se pueden llegar a conseguir durante un orgasmo. Al final, el orgasmo no es más que la liberación de toda la tensión nerviosa acumulada por los órganos sexuales durante toda la experiencia sexual. Sin duda, esta es una de las más importasen verdades sobre sexo que existen.
Otra de las verdades sobre sexo más claras es la particular relación que mantiene con el alcohol. Si bien puede resultar desinhibidor en promedia instancia, cuando la cantidad de alcohol es muy pequeña aún, tomado en cantidades importantes, el efecto es justo el contrario. La perturbación del deseo sexual aparece según aumenta la ingesta de bebidas alcohólicas. En el varón suele provocar problemas para alcanzar la erección y para alcanzar la eyaculación, En la mujer suele hacer que no se produzca la excitación y, por lo tanto, la dilatación y lubricación necesaria para mantener relaciones sexuales plenas.
Cuando hablamos del orgasmo femenino, siempre estamos hablando del clítoris. No existen diferentes tipos de orgasmo en relación con la parte del cuerpo que se estimule, En todos los casos, cuando existe un orgasmo femenino el clítoris ha jugado un papel fundamental. En realidad, al igual que el pene masculino, cuando la mujer se excita sexualmente aumenta el riego sanguíneo en su aparato sexual y, como consecuencia, el clítoris se llena de sangre y agranda su tamaño que, por lo general, ocupa la entrada del conducto vaginal.