Desde que el mundo es mundo, el sexo casual ha estado a la orden del día. Aquello de salir, conocer a alguien, tener una experiencia sexual, más o menos gratificante, despedirse y no volver a encontrarse nunca más con esta persona es algo que pasa todos los días en cualquier parte del mundo. Otra cosa es que en unas épocas o lugares se hiciese de forma más o menos encubierta. Aún en la actualidad, en muchos lugares, este tipo de encuentros sexuales esporádicos, es mejor esconderlos un poco, para no ser víctima de los ojos y lenguas que acezan. En cualquier caso, es un hecho que el sexo casual sucede todos los días.
Hay gente que ve en el sexo casual casi una forma de vida. Sólo ve sus ventajas. Por el contrario, hay gente que aborrece este tipo de encuentros. Generalmente, estos últimos sólo ven sus inconvenientes- Suele pasar con la mayoría de las cosas. Unos tienen una postura y otros, otra muy diferente respecto al mismo hecho. Este tipo de encuentros sexuales de uso y consumo rápido no iban a ser menos y, también, cuentan con sus aliados y con sus enemigos.
En realidad, follar con desconocidos, como casi todo en la vida, tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Ni se trata del modelo perfecto de sexo a practicar en la vida no se trata de un práctica por la que sentir vergüenza y humillación pública.
Los detractores del sexo casual afirman que puede llegar a causar trastornos psicológicos en aquellos que los practican. Por supuesto, lo hacen sin ninguna base científica ni de ningún tipo, más que su propia moralidad que, por otro lado, suele tener múltiples dimensiones según a quien afecte, pero esa es otra historia. El caso es que la Universidad de Nueva York, a través de un estudio publicado en la revista Social Psychilogical & Personality Science se ha encargado de negarlo con rotundidad. De hecho, según los estudios publicados en la prestigiosa revista, de hecho no sólo no genera problemas psicológicos sino que, en muchos casos, resulta extremadamente beneficioso para aquel que lo realiza.
El complejo estudio se encargó de motorizar la vida sexual de las personas que participaron en el estudio durante un año entero. Una batería de entrevistas previas habían determinado cuál era su planteamiento inicial sobre el asunto. Con al información obtenida, los investigadores se pusieron manos a la obra.
Los resultado, en realidad, tampoco son absolutamente concluyentes. Vienen a decir que, para aquellos que no se atormentan cuando practican sexo casulla porque sus valores lo catalogan como una mala práctica, puede tener importantes beneficios a nivel de bienestar psicológico, autoestima y nivel de satisfacción en general. Para q¡aquellos que si tenían prejuicios de cara a este tipo de práctica, llevarlas a cabo no les generó ningún placer en especial pero, son embargo, tampoco sufrieron ningún problema por llevarlas a cabo.