Diez minutos bastan para tener buen sexo. Así es. No hacen falta jornadas maratonianos para disfrutar y hacer disfrutar a nuestra pareja de una excelente sesión de sexo. Atrás quedaron los mitos que proponían constantemente coitos de larguísima duración. En realidad no es así y para que una sesión de sexo sea placentera con diez minutos es más que suficiente. Al menos así lo afirma la Society for Sex Therapy and Reserch. Una prestigiosa institución de Estados Unidos de América que se encarga de la realizaci´no de estudios relacionados con el sexo y la salud.
Las conclusiones de su estudio relativo a la duración ideal para que un encuentro sexual sea placentero para ambas partes revelan que diez minutos es el tiempo ideal. Los investigadores que llevaron a cabo el citado estudio afirman que, pasado el umbral de los diez minutos, el encuentro sexual para a convertirse en algo monótono y carente de interés.
El estudio fue publicado hace pocas fechas en la prestigiosa revista especializada «Journal of Sexual Medicine». En el estudio se aportan todo tipo de detalles acerca de la muestra seleccionada como del proceso de toma de la información, así como de las técnicas llevadas a cabo para el tratamiento de los datos para obtener sus conclusiones. Parece que la cuestión principal reside en la capacidad que tienen el cerebro para mantener la concentración en una acción de no deja de ser algo mecánica. De hecho, el cerebro no es capaz de mantener más de 10 minutos de concentración en estas circunstancias y, pasado este tiempo, se activa para procesar otros tipos de informaciones diferentes al coito en sí mismo.
Finalmente, los encargados de la realización del estudio han documentado diferentes categorías en función de tiempo que dure el encuentro sexual en cuestión. Así, una relación que dura hasta dos minutos es considerada claramente insuficiente. Entre los tres y siete minutos, consideran que estamos ante una relación de una duración aceptable. Cuando el acto sexual lleva más de doce minutos, los investigadores concluyen que la duración es excesivamente larga para mantener un buen nivel de satisfacción.