La Historia se puede contar a través de un montón de referentes. para describir la https://www.instagram.com/p/CV_P48pscvo/Historia moderaba, por ejemplo, utilizamos como puntos claves las guerras mundiales. Muchas de las cosas que sucedieron antes de ellas fueron los detonantes que las provocaron y las cosas que sucedieron tras ellas, de nuevo, volvieron a condicionar la Historia. Sin embargo, no sólo las guerras pueden explicar nuestro pasado. Si nos ponemos a observar con cuidado, el sexo también sirve como referente para explicar la Historia de la humanidad.
Cualquier enfrentamiento bélico que se precie precisa de hombres valientes y abnegados dispuestos, entre otras cosas, a dejar lejos a sus parejas, con todas las connotaciones negativas que este hecho lleva consigo. Por supuesto, la más destacada es la ausencia de sexo. Al menos de sexo heterosexual. En la Guerra Civil de Estados Unidos, el general Joseph Hooker, decidió incorporar al ejército a un grupo de mujeres que aliviasen a los soldados. Algunos sostienen que la victoria de su bando está fundamentada en esta decisión. Sexo que cambió la Historia.
La rivalidad que a lo largo de la Historia han miostrado Inglaterra y Francia no es ningún secreto. Durante siglos, los enfrentamientos entre unos y otros han sido constantes. Al menos hasta que, en 1904, ambas potencias decidieron firmar el tratado de no agresión que resultó básico en el resultado final de la Primera Guerra Mundial. Parece que el gusto de Eduardo VII por los burdeles franceses están en el fondo real de esta decisión que, sin duda, condicionó la Historia.
Las huelgas sexuales se han popularizado en los últimos años como herramienta pacífica y eficaz para la defensa de alguna causa. Si bien, Aristófanes ya nos adelantó algo en su genial comedia «Lisístrata» hace algunos siglos.En la actualidad, las mujeres de Pereira, Colombia, son bien conocidas en el mundo, y por ello pasarán a la Historia, al conseguir acabar con las peleas entre bandas en su ciudad a bases de utilizar las huelgas sexuales como forma de protesta. Otro ejemplo es la Premio Nobel Leymah Gbowee, que fue capaz de parar una guerra civil entre cristianos y musulmanes, haciendo que las mujeres mantuviesen las piernas cerradas.