Hablar sucio en la cama, siempre que se haga con las palabras oportunas y en el momento adecuado puede ser una excelente idea. A veces, pueden resultar más excitantes las palabras sucias que cualquier técnica sexual por compleja que sea. Lo que siempre hay que tener presente para utilizar un lenguaje subido de todo en la cama es que no todo vale. Cuando se decide hacer uso de este tipo de lenguaje en una situación sexual haya que ser muy selectivo, tanto con las palabras a utilizar como con el momento de hacerlo. Todo se puede ir al traste si no lo hacemos bien. Pero, de la misma manera, se puede desbordar el nivel de excitación si manejamos estas variables de forma eficiente.
Por supuesto, existen un buen número de palabras que nunca fallan para estos menesteres. Masturbar, vagina, clímax o eyacular, son algunos claro ejemplos. Este tipo de palabras no suenan, en absoluto, a película porno barata pero, en cambio, le dan al encuentro sexual un toque más excitante. Es un a forma de hablar sucio durante el sexo pero sin arriesgarse demasiado. Los efectos no son extraordinarios pero pueden ayudar a subir la temperatura sexual del encuentro.
Existen una serie de palabras, a las que podemos considerar tecnicismos, que es necesario evitar si lo que queremos es hablar sucio. Copular, cunnilingus, felación o testículos son palabras que, si bien tienen una clara connotación sexual, al ser tan técnicas, es posible que no sirvan para conseguir el efecto deseado y, más bien, sí que sirvan para todo lo contrario.
También hay un grupo de palabras que pueden resultar demasiado burdas. Se trata de hablar sucio y provocar excitación, no de ser vulgar. De hecho, nada baja más la libido de cualquiera que la vulgaridad. Coño, tetas, leche, polla, cojones o mamada son algunos ejemplos de este tipo de palabras que, en absoluto, recomendamos.
Chuparla o comerla son expresiones eufemísticas sobre el sexo oral que suelen funcionar muy bien en el juego de hablar sucio durante el sexo. Pezones, pene, pechos o clítoris también son términos bastante adecuados para el menester que nos ocupa.