Atrás han quedado los tiempos en los que las mujeres se mostraban acomplejadas por los temas relacionados con el sexo. La vergüenza y los miedos se han dejado a un lado y se disfruta del sexo tanto o más que los hombres. Uno de estos tabúes era el de la masturbación femenina. Mientras que los hombres hablaban de las suyas sin ningún tipo de pudor e incluso alardeaban de ellas, parecía que una mujer no tenía derecho a disfrutar de esta forma de conseguir placer. Os contamos algunos trucos para poder disfrutar de una buena masturbación femenina.
– Preliminares. De la misma manera que, cuando estás con tu pareja, no te gusta que vaya directamente al grano si no estás suficientemente estimulada, no hagas tú lo mismo. Es necesario que previamente te pongas a tono calentando poco a poco todas las partes de tu cuerpo antes de centrarte en tus zonas erógenas.
– Autoestimulación manual. Puedes comenzar presionado el monte de Venus firmemente, pero con suavidad. A poco que lo masajees, notarás un escalofrío ya que, es una zona muy sensible. Después puedes presionar de forma intermitente la vulva con la mano semicerrada. A continuación puedes empezar a acariciar los labios mayores para ir llegando a los menores. Las sensaciones de placer serán mayores si no te limitas sólo a la superficie y profundizas un poco. Ahora ya puedes centrarte en estimular el clítoris.
A la hora de acariciarte, debes dejarte llevar por tu imaginación para lograr el mayor placer posible. Si eres de las que no lubrica con facilidad, puedes utilizar un lubricante que te ayudará a que tus dedos se deslicen mejor y evitarás que se produzcan irritaciones.
– Posturas. Igual que cuando tienes relaciones sexuales con tu pareja, hay posturas en las que disfrutas más porque favorecen la estimulación de tus zonas erógenas, cuando recurres a la masturbación es igual. Ve probando diferentes posiciones para que puedas descubrir cuáles son las que te proporcionan mayor placer.
– Otras ayudas. Con lo que ya os hemos contado, la mayoría de las mujeres pueden conseguir el clímax. Sin embargo, si eres de las que les cuesta llegar al orgasmo, puedes recurrir a otro tipo de ayudas: vibradores, bolas chinas e incluso el chorro de la ducha.
– Consigue un gran orgasmo. Junta tus piernas con fuerza a la vez que contraes y relajas los músculos pubococígeos de forma intermitente. Cuando notes que el clímax está a punto de llegar, introduce los dedos en la vagina y presiona el punto G con ligeros toques. ¡Será la locura!